miércoles, 31 de octubre de 2012

SUPONIENDO

Supongo que si se denuncia que para mamandurrias la del contrato de Álvaro Ramírez de Haro y Aguirre, hijo de la ex-presidenta de la Comunidad de Madrid, como asesor del gabinete del secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, desde principios del pasado mes de enero, el cual tiene a su colocada a su propia hija Carmen en puestos de confianza del Gobierno de Madrid, en seguida saldrá algún mercenario de la prensa ultracentrista diciendo que a qué viene el escándalo si el chaval se lo merece como cualquier otro, incluso puede que hasta intenten convencerme de que pese a su condición de simple abogado es el candidato idóneo para un cargo económico, y hasta puede que me afeen el comentario si digo que dudo viéndole la cara de que éste chico pueda asesorar a nadie en algo que no sea precisamente eso: mamandurrias. Supongo que si además se insiste en señalar que ese tipo de mamandurrias es práctica habitual en el PP, que al igual ahora la Espe con su hijo ya lo hicieron antes Zaplana con su hija, Cañete con su cuñado, Cospedal con su marido y un no parar, también me replicarán en seguida que lo mismo pasaba con el PSOE, como si a los ojos del ciudadano corriente eso fuera suficiente para mantener la boquita callada, como si la mayoría no hubiéramos asumido hace ya tiempo que tanto monta, monta tanto. Supongo que si a la vista de lo que hay, de lo que nos sirven sobre la mesa pasa tragar  y poco más, el que se jodan fabriano de la hija de su padre, llegamos a la conclusión de que la desvergüenza de esta gente es inconmensurable, tanta que mientras hablan de meter en vereda a los funcionarios que según ellos no trabajan todo lo que debieran trabajar y recortar por todas partes con el único fin de que la cosa pública sea, también según ellos, menos cara y más eficiente, ellos se aplican con denuedo a eso tan arraigado en nuestra cultura latina que recibe el nombre de nepotismo, como que los hay a punta pala entre nosotros que ni siquiera entienden que eso, en lo tocante a la cosa pública, no esté nada pero nada bien, es abusivo, injusto, también nos replicarán que quiénes mejores que ellos, que por algo han ido a los mejores colegios y han acumulado títulos y másteres a porrillo gracias también al dinero de los suyos, para llevar las riendas del país. Supongo que si abundo en la idea de que estamos a merced de una clase social que hace y deshace a su antojo con la coartada de millones de ilusos que los votaron para intentar remediar una situación de crisis que a ellos les viene que ni pintada para, ellos dicen reformar, nosotros modelar, ese Estado que nunca les gustó porque, sin llegar a ser del todo perfecto, ni por igualitario ni por eficaz, al menos en la letra y el espíritu se daba de bruces con su idea de una sociedad de clases en la que ellos siempre están arriba y los demás por debajo y para servirlos, vamos, un remedo del Antiguo Régimen que parece  ser a la postre su modelo perfecto de sociedad, y de ahí que se digan liberales, que aboguen por la libertad absoluta del individuo a elegir su futuro porque saben que ellos son los que están mejor situados en la casilla de salida y el resto, sin ayuda de terceros, sin las migajas del ya fenecido estado de bienestar en forma de enseñanza pública de calidad o becas, la tienen bien que jodida, apenas podrán salir nunca de donde vienen, de donde según los señoritos mamandurrios que nos gobiernan no deberían haber salido nunca porque para algo ya estaban ellos antes donde estaban, donde han estado toda la vida y lo malo cuando algún iluso pretendió que fuera de otra manera con conceptos tan bonitos y perentorios como de la igualdad de oportunidades, esa otra de todos ante la ley, la universalidad de los derechos y demás mandangas para tenernos bien engañados al populacho; pues entonces, fijo que nos espetan a la cara que somos unos resentidos sociales, unos acomplejados que no sabemos aceptar nuestro sino, nuestro lugar en la sociedad que ellos han construido para que nada se salga de madre, para tener siempre la sartén por el mango. Supongo que también seré un quisquilloso que se protesta por todo si además añado que esta sociedad es cada vez más injusta, más atrasada y desigual, porque la mayoría de las medidas que toman para paliar los estragos de la crisis tienen al conjunto de ciudadanos como principales destinatarios a pesar de que los culpables de desastre son unos pocos y están perfectamente localizados, supongo que si recuerdo que mientras se rescatan bancos se condena a la miseria a cientos de personas humildes que son desahuciados por no poder pagar las hipotecas que firmaron inducidos por el empleado bancario de turno abusando de su buena fe, de su ignorancia o simple necesidad, si señalo que mientras el Gobierno dirige toda su atención para reprimir la contestación de los ciudadanos preparando proyectos de ley cuyo principal objetivo es restringir las libertades de manifestación y opinión, la cosa esa de meter en vereda no solo a los que les tocan los cojones sino a todo bicho viviente que simplemente no se someta, mientras aprueban decretos para que los empresarios se puedan pasar los derechos de los trabajadores por el forro de sus cojones, mientras hacen todo eso no han aprobado ni una sola ley para atajar el fraude fiscal o endurecer las penas a los defraudadores, aún más, la única medida al respecto ha sido una amnistía fiscal que además de no tener ningún éxito ha mandado el mensaje a la mayoría de los ciudadanos que pagan religiosamente sus impuestos de que, más o menos, son unos verdaderos pringados, unos gilipollas al cuadrado, que en el país de los listillos si no eres uno de ellos a joderse toca y punto pelota. Supongo que también seré un rojo demagogo si afirmo que estoy convencido de que la crisis apenas es otra cosa que la coartada para tener paralizada por el miedo a una sociedad a la que se le dice que todos estos ataques a lo poco bueno que teníamos, a la enseñanza y la sanidad públicas en especial, son provisionales, incluso que lo que de verdad les inspira es el deseo de reformar lo público para corregir sus evidentes abusos y hacerlo más eficaz, por no resumirlo todo en que al final todas sus políticas se reducen a ahogar lo público para que luego cuando ya esté en las últimas venderlo al mejor postor. Y supongo sobre todo que a nadie se le habrá pasado por alto lo increíblemente curioso de que la mayoría de estas medidas coincidan una tras otras con las que el gobierno neoliberal de Aguirre ya había tomado en su momento cuando todavía no se oía hablar de crisis alguna. Supongo que todo esto ya lo han dicho y pensado miles de personas antes y aún así tampoco habrá servido para nada, que la mayoría de mis ciudadanos a lo que de verdad está es a verlas venir y cruzando los dedos para que la tormenta escampe pronto y a ellos les moje lo menos posible, confiados en que no hay mejor resguardo que no decir o hacer nada, no protestar por si las moscas, no llamar la atención, dejar que sean otros los que vengan a sacarnos las castañas del fuego ya que éstos de ahora es evidente que sólo se preocupan por las suyas. Supongo y la verdad es que sí, es mucho suponer.

AURREUSTEA



Eguerdian haurraren zain eskolako patioan. Bertan bildutako guraso gehienek elkar ezagutzen dute auzoko omen baitira. Baina, badira banaka batzuek ia inor ezagun ez dutenak, bai beste auzo batzutatik etorritakoak direlako, bai etorkinak direlako eta espaineraz ondo konpontzen ez direnez gurago dute inori txuntik ez esatea. Nik ikasturteko lehenengo egunetan emazteari berba egin nion, ez naiz akordatzen zeren kontura, orduz geroztik goizero elkarri agur eta hitz aspertu batzuk egiten dizkiogu, gizalege hutsa da, ez baitut gauza handirik ondo ezagutzen ez dudan emakumezko bati esateko. Baina, hitz aspertuak hitz aspertu betiere zerbait asmatzen dut elkarri esateko gure semeak ikasgelara sartu aurretik. 

Senarrari ez, ez dut ezagutzen, ez zait ezer elkarri esateko hau aukera suertatu, ez dut bilatu ere  orain arte inolako premiarik izan ez baitut, seme txikia eramaten dut eskolara goizero, bertara sartu orduko alde egiten dut nire betebeharretarantz, ziplo. Edonola ere, behin baino gehiagotan esperoan gaude pare-parean eta ixil-ixilik. Eta ez, ez zait batere otutzen berari komentatzeko. Suposatzen dut  gazteleraz ondo egiten duela haren emazteak ikaragarri polito egiten baitu. Areago, Senegalekoa izanda ere, lehenengo egunetan frantsesez ere egin zidan nik bere herria ezagun nuela aitortutakoan,  bertan nola edo hala frantseez moldatzen saiatzen nintzela halabeharrez, egia esan nekizkien wolofezko hitz batzuk ere aho puntan nituela, neska oso atsegina, jatorra baita eta berarekin behin hitz eta pitz hasi orduko bide ematen dizu txantxetan ere hasteko.

Senarrarekin ez, ez dago giro, ez dit egundo aukerarik ematen, patioan topo egin eta nire aldamenean jarrita ere zuhaitzarena egin nahiago duela begitantzen zait, nirekin inondik ere berbetan hasteko batere gogorik ez balu bezala, nabari zaio oso begiak zerubidera eraman nahiago duela. Gainera, ez diot sekula irribarrea ikusi, uzkur ematen du, deseroso balego bezala hainbeste jende artean, beltza izateagatik, etorkina izateagatik, arrotza izateagatik, auskalo zergatik. Eta nirekin bezala badirudi ez diola gainontzeko gurasoetariko inori berriketan paradarik ematen, ez eta gutxieneko hitz aspertuok, goizetan ozta-ozta saihets daitezkeenak nahitaez albokoarekin. 

Gaur eguerdian txunditurik geratu naiz benetan xelebrea bezain tristea begitandu zaidan pasadizu baten aurrean. Eskolako sarrera nagusiaren ondoan zain geunden eguerdiro bezala, beti bezala nork bere ezagun edo lagunei lagun egiten die. Senarra heldu eta nire ondora jo egin du beti bezala ere, hots, hitzerdi esan barik. Orduan, eskolako hesian lagunduta geundela beste aita bat agertu da, guraso guzietariko bigarren ego hirugarren etorkin beltza. Nire lagunaren senarrari kostatu zaio, baina beste aita berari begira zegoela jabetu orduko beraganantz jo egin du bostekoa ematearren. "Zer moduz?", esan dio gazteleraz, besteak "ondo esan beharko" serio-serio erantzun eta besterik ez, hortxe bertan utzi egin dute biek berriketa elkarri besterik esateko gogo edo hizpide handirik ez zutenez. Izan ere, bistan zegoen ez zirela elkarren lagun handirik, ez ziren herkideak ere, ez zuten ama edo eskola hizkuntza berberaz egiten. Orduan, nire buruari galdetu behar izan diot zer dela eta besteari bostekoa ematera joan zaion hain agerian izanda elkarren ezagunak ere ez zirena. Ez dut itzuli-mitzuli egingo, senarrak bertan zain geunden guraso guztiotariko aita horri agur esatera behartua sentitu omen du bere burua hau bera bezain beltza zelako, argi eta garbi; hartara, hori ez al da arrazakeria mota bat? Auskalo, nik ez dakit holakoa den ala ez, baina bai segurutik politikoki batere zuzena ez dela.

viernes, 26 de octubre de 2012

DE LA "BRAÑA" COMO ESTADO DEL ALMA


A veces nada como lo que tienes o sucede delante de ti para descubrir que estás tan lejos de algunos prójimos como probablemente errado en la percepción que crees que otros deben tener de ti mismo.

Habitación de hospital. Tu hijo mayor se recupera de una operación de apendicitis. Su compañero de habitación también. La madre de éste permanece a su lado día y noche, tú has pasado una con ella, en realidad la primera en mucho tiempo con otra mujer que no es tu pareja; pero no ha habido tocamientos, sólo ronquidos, y si ha chirriado algún muelle la culpa es de ese potro de tortura que tienen en el hospital para que los parientes del enfermo pasen la noche. La mujer, por otro lado, es un chica de cuarenta y ocho tacos sumamente agradable, diría que el prototipo de paisana asturiana a la que en seguida le presumes la bonhomía tan característica de la mayoría de las gentes de esta tierra. Luego ya con el paso interminable de las horas descubres que es una mujer con cierto mundo, que nació en el norte industrioso de Francia en el seno de una familia de emigrantes asturianos, que allí creció, se educó y al poco de acabar sus estudios volvió con su familia al lugar de origen de ésta como tantas otras familias que tras haber dado lo mejor de sí mismas en el extranjero, decidieron regresar con la jubilación. Las raíces, aunque haya mucho cosmopaleto por ahí que presume de ser ciudadano del mundo sin haber apenas salido de su pueblo, tira mucho, puedes ser de muchas partes, tantas como experiencias hayas tenido, pero siempre habrá alguna a la que te sientas más vinculado por una simple cuestión de afectos, sentimientos, puede que hasta de paisaje, olores de fogones o recuerdos de infancia, siquiera ya solo porque allí es donde mejor te encuentras, porque se vive mejor o la gente que te rodea te hace la vida más agradable.

Luego ya de vuelta a Asturias casó con un paisano de un pueblo del interior. El paisano llegó dos días después a ver a su hijo tras la operación. Parece ser que estaba muy ocupado, muy sobrepasado con el hecho de haberse quedado solo en la casa familiar sin saber dónde estaban las cosas, dónde coño guardaba su parienta las camisas y por el estilo. Ya en el hospital, y tras saludar a su hijo como si en vez de estar sobre una cama de hospital lo estuviera montado en una bicicleta, que a ver si volvemos pronto a casa y nos ponemos a entrenar que hay partido no se cuándo, pregunta a la madre por el estado del chaval. Ésta le cuenta que vomitó dos veces anoche, que le han cambiado el antibiótico a ver si le sienta mejor. El hombre que se pregunta en voz alta si es para tanto, joder, ¿no le habían dicho que un apendicitis era una tontería. La madre le recuerda que ya le dijo que además del apendicitis le habían detectado también una peritonitis. Él ni se acordaba.

Pero como hay mucho tiempo por delante y eso te lleva a hablar del todo, en seguida entablamos conversación. Así comentamos la poca gracia de las auxiliares a la mañana cuando nos preguntaron si queríamos lavar nosotros a los críos. ¿No te pagan a ti por eso, maja? Es lo primero que se me ocurrió espetarle a la pava, a ver si me voy a poner yo a ello y me cargo el gotero que suministra suero a mi niño, cómo no estoy acostumbrado a lavar a críos entubados... En eso que interviene el paisano; "si no quies lavalu non pasa ná porque ten los guajes tres días como gochus, ho".

La mujer que no sabe dónde meterse y yo que procuro no manifestar ninguna opinión al respecto siquiera ya sólo facialmente. Pero como el hombre se aburría, que no sabía que hacer, pues que no se le ocurre otra cosa que bromear con su hijo, se supone que para tratar de animarlo. En eso que hace como que le mete un puñetazo en el costado, "venga, campeon, qué tú yes més fuerte que to esu"

-¡Joder, papa, qué me haces daño! -el crío pega un grito.
-¡Qué haces, no ves que es ahí donde tiene la herida? -la madre que no da crédito a lo que ha estado a punto de hacer su esposo.

Yo me aguanto la risa, no lo puedo evitar, me hace gracia ver a alguien todavía más torpe que yo, alguien con menos acierto de lo que yo he tenido nunca. Ahora bien, hay que reconocer que el hombre, tan brutico él, tan inclasificable dentro de su especie de paisano como que recién bajado de la braña más remota de todo el campo asturiano, si tenía alguna cualidad, porque yo otras no le veía por ninguna parte, y es que por mucho que digan ellas todos tenemos al fin y al cabo alguna que nos hace más o menos digno de ser queridos, tolerados o algo así, esa no era otra que la facilidad con la que le hacía pasar a uno de la vergüenza ajena a la risa y de ahí directamente a la mala hostia. Y es que no contento con haber estado a punto de reventarle la herida de la operación a su hijo, sólo se le ocurre, cuando ve que su hijo vuelve a vomitar la sopa que le han puesto para la cena, regañarlo a grito pelado porque según él la culpa era del crío por haber comido tan rápido.

Llegados a ese punto sólo puedes sentir lástima por el chaval y también de rebote por la madre. No concibes como una mujer tan amable y educada ha podido acabar con semejante cafre, cómo incluso le entiende cuando habla, si es que no ladra. Más todavía cuando ella cuenta anécdotas bien chungas de la relación tormentosa que mantiene con su familia política, gente mala que parece estar en este mundo sólo para hacer la vida imposible al prójimo. Pero en fin, aquí hay que recurrir a eso tan manido de que el corazón tiene razones que la razón desconoce. El caso es que tienes delante un tipo de hombre tan primitivo, tan básico, que no te lo imaginas ni en una tribu africana o del Amazonas, como que hasta los nativos de aquellos lares, con taparrabos incluido, se te antojan mucho más civilizados o sensibles con su familia que este baldarra de aquí al lado. Da miedo especular con la vida diaria de esta pareja, tendrá algún lado bueno, supongo, algún momento por lo menos, puede que hasta se le entienda lo que dice con el tiempo, que a saber. En fin, también te entran ganas, también, de espetarle a tu pareja: ""para que luego te quejes de mí, cha-ti-na!" 

BALIZKO APARTHEIDAK



TO BE HONEST: AN UNHEARD VOICE IN EDUCATION: A PARENT WRITES: It’s far from certain whether any move to withdraw State funding from private schools will address the problem of educational inequality, but it seems there is now the political appetite to rattle a system that has enjoyed the best of both worlds for too long. I suspect the move, if it happens, will be a financial manoeuvre rather than an attempt to redistribute privilege in Irish society. If policymakers were genuinely interested in democratising State-funded education they would do well to take a cool look at the Gaelscoileanna and Gaelcoláistí. Irish language schools are getting away with worse levels of educational apartheid than any private schools. These schools may purport to welcome children of all nationalities, classes and intellectual abilities but the language throws up a natural forcefield that deflects students from various constituencies. Living as I do in a middle-class area of south Dublin, I know many parents who have opted to send their children to Gaelscoileanna. Not one of these parents is a Gaelgóir – all complain that they are not equipped to help their children with homework or even to engage in the mildest level of Irish conversation at home. There is no grá for the language here – these parents are choosing these schools because their children will be educated among Irish citizens from well-to-do backgrounds. These are well-informed people with the cop-on to get their child’s name on a list at birth. They have the comfort of knowing that their child will not have to muck in with students whose second language is English, with Travellers or with others who would simply never consider a Gaelscoil for a slew of socioeconomic reasons. This exclusivity is naturally reproduced into second-level Gaelcoláistí, which tend to give first preference to children from the Gaelscoil sector. As for special education, I’m willing to bet that, if anyone cared to review the situation, there are fewer children with special needs in Irish- language schools than in others. Socio- economic profiling would account for this in the large part, but there’s more to it. Why are children with learning disabilities in English- language schools entitled to apply for an exemption from Irish? Because it’s very hard to learn if you have dyslexia or other learning disabilities. Another natural barrier at the gate of the Gaelscoil. It is the right of every citizen to choose the type of education they want for their child. If a parent wants an exclusively Irish education for their child then they should have to pay for it. Like the private schools, I don’t believe the Irish taxpayer should be forced to stump up for schools that can only ever accommodate a very narrow layer of Irish society. Sean Flynn 


Irakurri berri dut artikulu hau IRISHTIMESen weborrian, noizik behin Irlandako berri izatea gustuko dut oso bihotzeko baitut herri hura, eta berehala begitandu egin zait izugarri interesgarria irizpidera ekartzeko asmotan. Nik hasiera batean gaelikoaren irakaskuntzaren kontrako enegarren iritzia zela sumatu dut, ondo asko baitakit, nire hiri maite-gorrotatuan gertatu bezala, Dublinen bertan ere badagoela Irlandako hizkuntza gutxituaren kontrako jende andana, bai gaelikoak irakaskuntzan duen presentzia edo garrantzia gaitzetsi zein hizkuntza behingoz hildakotzat eman nahi dutenen aldetik. Hala ere, artikulua irakurri ahala salaketa gisara hartu diot artikuluari azken urteotan hainbat irlandar gurasok euren seme-alabak gaielscoiletara, hots, gaelikozko ikastoletara edo, eroaten dituztenez gainontzeko eskolak etorkinez mukuru daudelako, ene ustetan oso joera gaiztoa ez baitute gaelikoarekiko inolako begirune edo zaletasunik erakusten, gheto pribilegiatutzat hartzen dituztela baizik. Bizi nintzen hiru urtez Dublinez ozta-ozta eta bada benetan harrigarria azken urteotako irlandar asko eta askoren ustezko eta bat-bateko gaelikozaletasuna, gaelikozalegoa oso txikia eta baita gaitzetsia ere baitzen gehienbat gainontzeko dublindar gehienen artean, izan ere abertzale sutsu edota nekagarriegitzat hartzen baitzituzten, Sinn Feinen aldekoak edo. Horrexegatik txit interesagarria deritzot artikulu honi, gurean ustezko eta bat-bateko euskalzaletasunaren erabilera makurraren aurrean erne egote aldera hain zuzen. 

Bestalde, aitortu beharrean nago artikulua igo nuela batik bat oraintsu Gasteizko ikastola batean -eta auskalo zenbat gehiagotan- antzeko zerbait gertatzen ari zela komentatu zidatelako lagunmin batzuek, bazeudela gurasoak ikastolako batzarretara zihoazenak, baina, behin bertan, eta nahiz eta betiko ohitura lehen euskaraz eta gero erdaraz izan, andereñoak euskaraz hasi orduko haiek kexu azaltzen ziren euskaraz ez zekitelako, ez zegoela eskubiderik, zer dela eta euskaraz egin behar guztiak erdaraz polito konpontzen baldin ziren. Galdetzen zieten ea euskara gogoko ez bazuten zer dela eta euren seme-alabak ikastolara bidaltzen zituzten, eta erantzuna ez dut uste idazteko premia dudanik...

Gauza benetan deitoregarria ikastolak euskaldun egin aurretik guraso euskaltzaleak, gehienak erdaldunak izanda ere Araba bezalako herrialde bati zoritxarrez dagokionez, zituztenontzat. Min egiten dizu halako zerbait entzuteak, batez ere, eta atzerrian bizi zarela zure seme-alabei ikastola batera eroateko paradarik ez duzunean, egunero eurekin euskaraz alperrik egiteari ekinagatik. Baina, pasadizua bada ere garaiotako adierazle nabarmena, gogoeta egitekoa benetan.

Edonola ere, bada ere oso adierazgarria guztiz kontrako jarrera benetan itxurazalea, nolabait erakusten duena muturrak betiere elkarren ondoan daudela, lagunminok kontatu ere baitzidaten bazeudela beste guraso batzuk, euskadun berri-berriak, eta euskalgaiztoz egiten zutenak, den-dena euskaraz izatea eskatzen zietenak irakasleei gurasoen bilkuretan gurasoen erditik gora erdaldun hutsak izanik ere...

miércoles, 24 de octubre de 2012

EL TIEMPO QUE VENDRÁ - OVIDIO PARADES



Llevaba semanas retrasando la lectura de EL TIEMPO QUE VENDRÁ de Ovidio Parades porque imaginaba que lo haría de un tirón, tanto por la brevedad del texto como por lo fluido de su estilo, tal y como ya pude comprobar con sus dos libros anteriores y también casi que a diario en su blog (www.ovidioparades.blogspot.com). Luego ya, por una de esas circunstancias, que al final tiene más de contratiempo que de verdadero susto, lo he tenido que hacer durante una de esas largas, interminables, jornadas de hospital al lado de la cama de un ser querido, lo cual me ha recordado otras tantas lecturas que hice durante las convalecencias de mi madre tras cualquiera de sus muchas operaciones, las cuales, y por lo que sea, que tendrá que ver con lo concentrado de la lectura en estos casos, supongo, recuerdo como de las intensas que he hecho nunca. Las horas de lectura en los hospitales parecen cundir más de lo normal, siquiera solo porque las largas horas de espera son la excusa perfecta para concentrarte en la lectura como pocas veces te permite tu cotidianidad entre horarios, críos y las llamadas del dichoso teléfono. De hecho, hay muchos libros que sólo te ves capaz de leer, de releer sobre todo, o que sólo te animas a hacerlo, en semejantes condiciones. 

Esto en cuanto a la lectura en los hospitales. Por lo que respecta al libro de Ovidio nada que ver con la última frase del primer párrafo. El libro de Ovidio incita a la lectura en cualquier momento dado que, sobre todo conociendo previamente su escritura, uno va a tiro fijo y sabe que se va a encontrar una prosa exquisita y además fluida como pocas. Esa es una de las características del estilo de Ovidio que más me admira, su facilidad innata o puede que cuidada, o las dos cosas a la vez, con la que te arrastra desde la primera a la última línea a través de un torrente de sensaciones, emociones, confesiones, de todo lo mejor que ofrece la buena literatura, la honrada y no esa otra para hacer caja y para de contar. Así que me encuentro con un relato que párrafo tras párrafo va introduciéndote en lo que hace unos días leí acerca de otro ilustre asturiano, Alfonso Zapico, premio nacional de comic por la asombrosa recreación en imágenes de la biografía de Joyce, a cuenta de la principal virtud que éste achacaba al escritor dublinés: "me fascina Joyce por su humanidad. Cuando escribe arranca trozos de su vida propia y de sus amigos para pasarlos al papel. Me interesa su dignificación de la vida ordinaria”  Pues bien, eso mismo es lo que hace Ovidio en su novela corta, dignificar hasta lo indecible la cotidianidad de su personaje. A saber arrancando cuántos trozos de su propia vida o de la de otros, en literatura siempre es lo de menos, lo que importa es el texto, y el resultado de éste es a mi modesto entender simple y llanamente luminoso. Sí,  creo que no exagero, luminoso porque da luz a muchos aspectos de la vida de un personaje con esa pulcritud en la prosa de la que hablaba antes, la que resulta de la frase limpia y sincero, que te la crees porque no hay más pretensión que contar su historia, y, en especial, un equilibrio entre los ingredientes con los que sazona el relato, como la ternura hacia los seres creídos, el resquemor por la injusticia padecida, la admiración hacia sus mitos particulares, el regodeo en el placer de las pequeñas cosas, el templado ejercicio de memoria personal, el sutil recuento de lo cotidiano y otras tantas cosas que seguro que me dejo en el tintero, que sólo puede sorprender porque no peca de exceso por ninguno de estos lados. 

Luego ya me queda resaltar que en estas páginas hay un testimonio realmente impactante de la ignominia que se ejerce en la infancia contra el diferente, el gregarismo descerebrado o simplemente primate de los jóvenes y la complicidad rayando lo criminal de muchos mayores, los cuales en lugar de poner coto a las situaciones de abuso no sólo las consienten sino que hasta las alientan, quién sabe si en la convicción de que eso es lo correcto, lo que hay que hacer en estos casos, anda que no hay pocos ni nada sociópatas parapetados tras la supuesta autoridad que les imprime su puesto de trabajo o su uniforme, nada nuevo por otra parte. Se podría decir que es relato de unos tiempos más crudos que éstos. Se podría pero lo dudo, pues no parece a tenor de lo que vemos u oímos a diario que esta sociedad sea todo lo abierta y concienciada para con el abuso y el rechazo al diferente, qué importa cuál o por qué, que nos gustaría creer que es después de tanto tiempo. Hay demasiados ejemplo a diario de que, si no vivimos un retroceso en cuanto a valores, cuanto menoscabo a la libertad individual y colectiva con la economía como coartada, es que en realidad nunca avanzamos tanto como pensábamos, siquiera porque nos hemos quedado a medio camino y ahora parece que no hay manera de seguir tirando hacia adelante, que como te empeñes hasta te lo reprochas, no estás a lo que hay que estar, estás desfasado, eres un nostálgico, una antigualla, como que si les dejas hasta te intentan convencer de que tú eres el reaccionario porque este presente no te gusta nada de nada. De ese modo, ni sobra el testimonio que aporta el libro Ovidio ni ningún otro de los que ya existen y seguirán saliendo a la luz, ninguno. Otra cosa es la eficacia narrativa del que aparece en EL TIEMPO QUE VENDRÁ, no sé si con con decir que ilustra tanto como sobrecoge ya es suficiente, seguro que no.

Con todo, y no es pega sino deseo, al final de la lectura de esta novela, así la han titulado, hay momentos en los que el texto se me ha antojado una exposición de las intenciones narrativas del autor en el futuro. Algo así como el caramelo de lo que vendrá, sí, el tiempo que vendrá, ya se encarga el propio autor de recordarlo en el mismo texto, cuando éste tenga a bien obsequiarnos con esas historias apenas entrevistas, meros esbozos en esta novela y que auguran un mundo literario propio a modo de filón. Pues eso, a ver cuándo vendrá, estamos esperando.

"Años en los que entraré en una sala de cine o de teatro, o en cualquier otro espacio público, y oiré aquellas burlas, aquellas carcajadas, aquella crueldad, a mis espaldas. Miraré a la gente y se estará riendo de mí como lo hacían aquella fría mañana cercana ya a la Navidad. Tantas mañanas así, tantas. Y cerraré los ojos pensando que no ocurrió, que no está ocurriendo. Y me mentiré así muchas veces, muchas, diciendo que todo aquello fue algo que sucedió en una pesadilla, en un largo e interminable sueño. Y sé que algún día, cuando asuma que no ocurrió dentro de ese largo en interminable mal sueño sino en la realidad de mis diez, once, doce años, lo escribiré."

martes, 23 de octubre de 2012

ERIETXEAN



Eritxean nago goiz eta gau, ume nagusiari apendizea kendu egin baitiote igande arratsaldean tripako minzorra sortu eta urgentzietara arin-arin eraman eta gero. Gorroto biza diot hemen egoteari, ez naiz oso aparteko, badakit, nori gusta dakioke?, seguru asko baton bati denetarik baitago nonnahi. Baina niri ez, egonaldi luze-luzeak igaro baititut nire ama gaixoa zaintzen urtetan auskalo zenbat bider operatutakoan bizkarrezurreko gaitza zela medio. Dena desatsegina begitantzen zait erietxeotan, den-dena, eraikinak zein langileak, edonora zoazela harrapatzen zaituen kiratsa, sendagileen edonolako jokabidea, betiere gizalegetsua, baina aldi berean ere harroegia, handiustekoegia ala, guztiz bestela, aitakeria nagusi, umetzat hartuko bazintuzte bezala halabeharrez. Baina, latzena edo, gaixoaren ondoko ordu luze-luze eta asper-asperrak, debalde eta inon baino geldoagoak joaten zaizkizun orduak potrojorran, eskuartean zenuen lana alde batera utzita eta horrenbestez astoraturik berriro eta hainbat arinen ekiteko gutiziak, nahiz eta denbora ahalik eta atseginen, arinen, pasatze aldera denetarik eraman edo egin, nahiz eta aldamenean duzun edonorekin gutxitan ez bezala hitz aspertuak eta maíz ere guztiz zentzugabekoak egin, berdin dio, inon eta inoiz ez bezala gogait egiten duzu-eta.

Esperoan zaude etengabe, eta gaixoak inolako arazo eta oztoporik ez duela ondo asko dakizunean alperrik ere, behin baino gehiagotan azken honen sendabidea ez baitagokio egonaldiaren luzapenari ospitaleko barne burukraziari baino. Edonola ere, egunak etengabeko joan-etorri batean ematen duzu ospitaletik etxera eta alderantziz, etengabeko esperoan, berriro diot, ea noiz azalduko ditxosozko sendagilea zorioneko baja aginduarekin. Bien bitartean gaixoaren ondoan ordurako elkarri zeresanik ez duzula, gela jendez bete ahala nora jo behar duzula ez jakinik, pasiloan gora eta beheraka, ospitaletik noraezean ez baldin bada kafetegiraino enegarren kafesnea eskatzearren. Are okerrago gaua gaixoaren alboan igaro behar izan ezkero, orduan bai zureak egin duela, nire kasuan behintzat ondo asko dakizulako aldez aurretik lo apurrik ere egingo ez duzula, hiru urtez ozta-ozta egin baituzu zure ume txikiaren erruz zure ohean, ohe on batean egia esanda, egiteko bakarrik gauza zarenez gero.

Horrela joan zitzaidan niri gaua, esna-esna, lokartu ezinik, edozein zaratak itzartzua, tortura potro moduko eser/etzaleku batean etengabe iraulka ez bainintzen gauza noiz/nonbaiten lotarako egokitzeko. Gaueko orduak, gainera, ikaragarri astiro-astiro pasa egiten dira, ilupean zaude eta ingurukoeak ez itzartzeko ahalik eta hots txikien egiten saiatzen zara kosta ahala kosta eta nire kasuan ere alper-alperrik delako tortura tramankuluak kirrinka egiten baitzuen edozein zirkinik egin orduko, orduan saiatuko zara ez mugitzen, gorputza zurrun-zurrun eta goizaldea urrun-urrun, sekula helduko ez delakoan, arima ere gogortuko zaizu zazpirak aldera erizainak atetik egunon esaka agertzerakoan. Orduak polito-polito badoazkizu hurrenez hurren eta zuk etengabeko gogoeta egiteko behartua edozein huskeriaren kontura, bat-batean eguneroko kezkak-eta korapiltzen zaizkizu gogoan, bizitzari ezusteko errepaso eman beharrean zaude. Alde onak zein txarrak, noski, baina gizaki hutsa zara, baduzu beraz txarretan luze eta sakonago erreparatzeko joera nahitaez, balitek zure oraingo bizimodua inoiz baino zoriontsuago, bete/osagarriagoa, atsegin eta erosoagoa, izatea baina hori guztiori ez duzu aintzakotzat hartuko, nahiago izango duzu beti zure bizitzaren alde ilunak edo gogora ekarri, atsekabetuko zara, bai, halabeharrez, honelako tokiek atsekabetzen baitzaituzte betidanik, bizia bahitu dizutelakoan edo, bizia hemen eteten baita, bizia sarri askotan ere hemen bukatu ohi da-eta.  

sábado, 20 de octubre de 2012

MEDIA JORNADA DE REFLEXIÓN



Parece ser que hoy toca jornada de reflexión. En mi caso, y como mucho, media porque la otra me la he pasado haciendo malabares gastrointestinales como consecuencia de la ingesta desmesurado de bebidas con una acidez superior a la que mi organismo de machote y bebedor consumado puede aguantar. Vamos, que he pasado una noche de mil demonios, jurando en hebreo y eructando ácido todo el rato. Pero bueno, eso ha sido en la soledad del sofá del salón venga a revolverme sobre la manta, un frío que te cagas y ya cuando me he despertado que me he visto en paños menores, ¿dónde está el pijama? En fin, que me quiten lo bailado, que espero que no bailara anoche como otras veces, espero, espero, no recuerdo gran cosa, y tampoco entiendo porque lo primero que le he dicho a mi pareja es que odio a muerte a los urbanistas; me ha mandado de vuelta a la cama.

En cualquier caso, toca jornada de reflexión y por mí que se la devuelvo. Hace tiempo ya, antes incluso de empezar la campaña, que decidí que no iba a votar a ningún partido político. A decir verdad, la plana mayor de los partidos de cualquier tipo y condición me provocan un hastío tremendo. No soporto ya este estúpido y corrupto partidismo en el que vivimos, la sensación de que no pasa nada, no cambia nada, por muy mal que esté la cosa, por mucho que los ciudadanos protesten para que se cambien las cosas, para que se profundice de una vez por todas en la verdadera democratización de nuestras instituciones, porque se exija un mínimo de condiciones éticas a los políticos entre las que hay que destacar la obligación de ser transparente, de responder siempre al ciudadano, de exhibir un currículo adecuado al cargo, la de no perpetuarse en el mismo, la de no aprovecharse de haberlo tenido para luego llevarse un sueldo abultado y casi que de por vida por calentar un sillón en un consejo de administración, para que se instaure de una vez por todas la obligación de presentar listas abiertas con el fin de que el ciudadano escoja de verdad a quien desee y no al que decida la cúpula del partido de turno, y sobre todo que se lo merezca. Todo esto a la vez, claro está, de castigar al que no hace nada o no se tiene noticia de él porque no se ha encargado de darse a conocer por sus actos, es decir, al que lleva toda la vida agazapado entre sus compañeros, rellenando listas y poco más, viviendo de los ciudadanos y no para ellos.... En fin, la sensación de que todo esto se lo pasan directamente por el forro de los cojones porque por regla general desprecian a la masa que les votamos y viven muy a gusto con el estado actual de las cosas, les sale muy a renta, que se dice. Y sí, por supuesto, demagogo, populista y todo lo que quieran, que de eso va la cosa, de descalificar con semejantes términos al que pone en tela de juicio su sistema y además exige su reforma total, algunos. Quieren asustar a los más tontos o pusilánimes,  a esa mayoría silenciosa que dicen que les sigue apoyando, como que muchos llegan a creérselo y de ahí que en Galicia es probable que vuelvan a votarlos en masa... En seguida te salen en tromba con la caterva de frases hechas para estas situaciones, que si las cosas no son tan fáciles, que si se necesita tal o cual mayoría, que la Constitución, la bendita, sacrosanta e intocable Constitución no lo permite... de no ser, ahí es buena, que lo digan desde Alemania, entonces sí, entonces lo que era imposible, complicadísimo, casi pecado, se resuelve en un santiamén, y luego eso, a tachar de demagogos al prójimo. 

En fin, eso en lo tocante a la política en general a grandes rasgos. En lo particular, lo que me atañe aquí, las elecciones de mañana en la parte occidental de mi país, mi nación: Sí señor, en mi concepción de la organización política en la que he nacido y vivo España es una nación de naciones y la mía es la vasca con sus siete territorios históricos, no sólo ese trocito donde mañana hay elecciones al parlamento. Luego por extensión también la española, que suma y no resta, siquiera ya solo como el marco superior en el que actualmente vivimos la mayoría de los vascos, por ahora o para siempre, que eso, frente a otras muchas cosas para mí más prioritarias, realmente me la trae floja. Esto es, no soy nacionalista porque no hago de mi sentimiento de pertenencia a una nación determinada una opción política, pero sí tengo un concepto nacional de Euskal Herria por su Historia, cultura, lengua, etc. Y si por eso tengo que ser tachado de todo lo peor por los nacionalistas de un color u otro que exigen lealtades inquebrantables a sus banderas, que no admiten matices porque lo ven todo en blanco o negro, pues anda y que les jodan.. Y esto lo digo porque la experiencia en el trato con la peña te lleva a la conclusión de que la mayoría de la gente necesita, le urge, clasificar al otro a toda costa, situarte a un lado u otro de la divisoria que trazan en su cabeza. De ese modo, depende lo que digas serás tildado de esto o lo otro aunque sólo conozcan una parte muy superficial de tu discurso.

No obstante, y volviendo por enésima vez a lo que me ocupa, y que no es tanto reflexionar sobre las candidaturas a las que no voy a votar como desahogarme tras una campaña que, como todas, no se empezó precisamente hace dos semanas, la verdad es que, aunque quisiera votar, me siento huérfano, a falta de un partido que represente tanto el conjunto de mis ideas políticas como mis sentimientos identitarios, cuestión esta última harto importante en nuestro caso, puede que hasta sea la fundamental cuando hablamos de elecciones vascas.

Va a volver a ganar con toda probabilidad el PNV de Urkullu. Digo que volverá porque nunca ha dejado de hacerlo. El PSE no ganó en las anteriores, sólo se aprovechó de la aritmética electoral y de las muy peculiares circunstancias legales y políticas que condenaban al ostracismo a la izquierda abertzale, la cuarta pata de esta mesa coja que bien puede simbolizar la política vasca, de la CAV. El PSE subió extraordinariamente en votos durante las pasadas elecciones con Patxi López. A ello contribuyó que le votáramos aquellos que estábamos ya hasta el gorro de Ibarretxe y su raca, raca. Ahora, me temo, buena parte de esos votos volverán al PNV porque se trata de un electorado urbano y de clase media nada fiel, que cambia según el candidato o las circunstancias políticas o sociales del momento, y que por lo general se siente antes que nada vasco, pero sin problemas para declararse también español si hace falta, si se lo piden, que es algo que se estila mucho fuera de allí, algo que, siquiera por sacarse el muerto de encima, les conviene decir que sí, vale, lo que tú quieras.  Y va a volver a votar al PNV porque el discurso y el estilo de Urkullu no tiene nada ver con Ibarretxe, Urkullu ha declarado por activa y pasiva que lo que ahora toca es la cosa económica y que de lo otro ya veremos, si bien el tono y el fondo de su discurso cambia según a quién se dirija, esto es, haciéndose la picha un lío con el concepto de soberanía si se dirige a su fiel militancia nacionalista, o moderado y, por primera desde hace mucho tiempo, aunque en pasado también se dieron ejemplos, reconciliador o integrador si lo hace al conjunto de la ciudadanía. A Urkullu se le ha oído decir que no piensa gobernar para los nacionalistas sino para todos los vascos, y eso está bien, recuerda mucho al gran Ajuriagerra. Pero, sobre todo está por ver, ya que el PNV siempre ha parecido hacerlo para los suyos y el PSE cuando llegó de la mano del PP parecía que tenía dar la vuelta a la tortilla haciéndolo ya sólo para los constitucionalistas o unionistas, que se notara a toda costa que habían llegado ellos. Con todo, la vuelta del PNV al gobierno es como cuando te vuelve a salir un grano el mismo lado del culo, una jodienda porque ya sabes lo que hay, lo que tienes que aguantar, seguro que poco nuevo en comparación con los treinta años que estuvieron al mando.

Claro que esa no era la intención de Patxi López al ser nombrado lehendakari, de hecho prometió encontrar el punto medio que necesita una sociedad tan dividida como la nuestra. No lo hizo o no quiso, al final los gestos y los símbolos que han caracterizado su mandato apenas han sido otra cosa que esa vuelta de torna de la que acabo de hablar, que se note que estamos presentes, que ya hemos llegado los constitucionalistas, fuera el mapa de Euskal Herria de las pantallas, banderitas españolas por todas partes, la Constitución es nuestra Bilblia aunque el sentimiento mayoritario de los vascos, demostrado elección tras elección, sea abrumadoramente nacionalista o vasquista. Por mor de contentar a los no nacionalistas, a no condescender con postulados que juzgan exclusivamente nacionalistas como la territorialidad o la lengua, el presidente de una comunidad con dos lenguas oficiales sólo hablaba una de ellas, bonita manera de tender la mano a la comunidad que habla y vive en esa otra minoritaria pero al mismo tiempo vernácula. Tampoco ayuda mucho a Patxi López su imagen de aparatich del PSOE, un individuo que ha vivido toda la vida a costa del partido, que ni siquiera pudo o quiso terminar su carrera y que, por lo general, apenas parece ser otra cosa que un busto parlante a merced de las ocurrencias del día de sus asesores. Eso sí, su imagen es muy apreciada en España, nada nuevo por otro lado, la enésima versión del síndrome de Mayor Oreja, esto es, el político vasco que todo el mundo aprecia fuera pero muy pocos en el País Vasco; esto entre los constitucionalistas viene a ser una verdadera epidemia.

El PSOE se va a dar un batacazo y no sólo eso, sino que encima va a tener que tragar con el hecho de pasar de ser la segunda fuerza política del paisito a ser la tercera y encima muy por detrás de Bildu, la cual probablemente le sacará más de la mitad de escaños de diferencia. Eso si al final no se cumplen las expectativas más desquiciadas que hay por ahí y que pronostican una posible victoria de Bildu. Se especula porque en encuestas como la de EL CORREO, el periódico más leído en el PV y no precisamente nacionalista vasco sino más bien todo lo contrario, se daba a Laura Mintegi como vencedora del debate con un 41% frente al veintipoco de Urkullu. Alucinante, porque Sor Laura es la operación de imagen más descarada, y puede que además efectiva, de la izquierda abertzale en las últimas décadas. Su imagen de señora cercana, moderada, dialogante y hasta flexible es tan perfecta que buena parte del electorado llega a pensar que es imposible que la escritora y profesora pudiera haber apoyado en su tiempo, siquiera ya sólo por omisión, la estrategia de la izquierda abertzale con la que siempre ha estado vinculada. Tal es el efecto mediático de la candidata abertzale que, me temo y con argumentos que harían esta entrada más interminable de lo que ya está siendo, cuando se le reprocha su silencio en el pasado y su apoyo incluso como integrante de las listas de la extinta Herri Batasuna, ella devuelve el reproche acusando a su interlocutor de ser incapaz de olvidar el pasado, de hacer política con el sufrimiento de las víctimas y hasta de sentirse molesto con el fin de ETA porque eso le quita votos. En el fondo lo que Mintegi y su camarilla están haciendo es extender la idea de que la paz ha sido posible gracias a ellos en exclusiva, que nos la han concedido y poco más,  ya que los otros, en cambio, les ha pillado en bragas, dejándoles sin argumentos para seguir oponiéndose al según ellos mayoritario sentimiento independentista del pueblo vasco (antólogico lo que le soltó Mintegi a Basagoiti durante el debate en ETB cuanto éste le exigió que condenara a ETA, dijo que si lo hacía estaba segura de que al minuto siguiente le iba a pedir que hiciera lo mismo con las Guerras Carlistas y así luego también con las banderizas, la llamada Guerra de Bandos entre oñacinos y gamboinos de la Edad Media. De siquiatra cuanto menos). La dialéctica de Mintegi y sus secuaces, en su inmensa mayoría la plana mayor de los que en el pasado apoyaron y también ayudaron a ETA a cometer o justificar sus crímenes, eso sí, con la inestimable ayuda de los tontos útiles de EA, Aralar y Alternativa que han visto que si no se sumaban a la operación de lavado de imagen de la izquierda abertzale clásica se quedaban sin escaños, es tan perversa e inmoral, y encima va a ser recompensada con un aluvión de votos, que no puede antojárseme sino el enésimo ejemplo de la relatividad moral de buena parte de mis compatriotas que cegados por el espejismo de lo identitario se dejaron en casa los principios éticos y morales, la dignidad humana en suma. No puedes exigir a los demás que pasen página como si no hubiera pasado nada, como si no hubiera habido más de mil muertos y una sociedad rota y mal enquistada para varias generaciones, sin pedir tú antes perdón, sin hacer acto de contrición, convencer de tu arrepentimiento a través de los gestos necesarios y el compromiso de no volver a repetir los mismos errores, vamos, sin exigir de una puñetera vez a ETA que entregue las armas y se disuelva.

Y luego está, por último, Antoñita la Fantástica, el Basagoiti, el político esperpento por excelencia. Huero como pocos, otro con el síndrome del que hablaba antes a fuerza de caer simpático del Ebro para abajo, en el fondo apenas algo más que un señorito ensoberbecido de las Arenas que parece creer que la política se reduce a seducir a la gente con ocurrencias, que eso es lo que se estila ahora, sobre todo cuando no tienes discurso ni capacidad de justificar las políticas sociales y económicas de tu partido en Madrid. Por si fuera poco la campaña en el País Vasco del PP ha oscilado todo el rato entre el sainete y la desvergüenza. Sólo hay que ver su eslogan electoral, "si no vas tú, van ellos". Creo que es de una vulgaridad sectaria que huelgan comentarios. Y lo peor de todo, el PP ha centrado toda, absolutamente toda su campaña, en una mentira, en extender el mensaje de que el PNV y BILDU pedirán la independencia en cuanto ganen, aún a sabiendas de que Urkullu ha declarado por activa y pasiva que ellos están a otra cosa, y también, también, de que esa no es la estrategia actual de la Izquierda Abertzale, tan detallada por Otegi en su hoja de ruta, y de la que destaca la imposibilidad absoluta de declarar independencia alguna sin Navarra, que es el corazón y el centro de Euskal Herria y donde más se la jugará la IA en el futuro porque sin Nafarroa no existe Euskal Herria, queda esa otra cosa que apenas parece algo más que una Bizkaia ampliada. De ese modo, el PP se ha dedicado a extender un bulo, esto es, a extender el miedo basándose en juicios de intenciones que son directamente mentiras. En el fondo sólo han pretendido despistar al electorado para que éste no centre su atención en la política de Rajoy, lo cual sólo me merece el calificativo de infame, además, claro está, del enésimo ejemplo de degeneración de la política al tratar al ciudadano como si fuera poco más que tonto del culo. También hay que señalar que, acuciado por las encuestas, también el PSOE se había sumado en los últimos días a la estrategia de meter miedo con el tema de la independencia, de que pudiera suceder lo de Cataluña una vez los nacionalistas en el gobierno, sin más argumentos o pruebas que las ganas de confundir y tergiversar. 

Terminando. Yo no tengo por dónde coger a ninguno de los cuatro candidatos con verdaderas opciones. Eso y que su campaña me ha provocado una vez más verdadera urticaria intelectual. No hablan de los verdaderos problemas de la gente, han tratado la crisis como que de pasada, se han dedicado a lo de siempre, el politiqueo más asqueroso, el intercambio de reproches gratuitos y medias verdades, a destacar las gracietas sin gracia de Basagoiti y las salidas por peteneras de Mintegi, y sobre todo, sobre todo, no han propuesta grandes reformas, no ya una general del sistema que hace de la tinglado político vasco un absurdo de cuidado, esto es, duplicidades por un tubo como consecuencia de un gobierno vasco y tres diputaciones forales con sus correspondientes parlamentos y su versión propia del gobierno foral. O se reducen las competencias forales o se vacía de contenido al gobierno vasco para llegar a una confederación de territorios con instituciones comunes emanadas de las diputaciones, lo que a mi juicio habría sido lo lógico para una autonomía en la que la soberanía, como muy pocos saben fuera, no emanó del estado, sino del Régimen Foral de cada provincia que la Constitución de 1978 restauró tras la última guerra carlista en casi su totalidad (evidentemente sin las aduanas de antaño, las milicias propias, etc). El absurdo del entramado administrativo vasco es tal que, esto también para muchos de fuera que sólo conocen del PV lo que dicen los titulares de los periódicos, a pesar del Concierto Económico, no es el Gobierno Vasco quien recauda, son las diputaciones forales, por lo que el ejecutivo vasco depende en lo presupuestario de lo que le den éstas, y sobre todo, del partido que rija cada diputación, y precisamente ahora, la cosa ha llegado a tal punto que en gobierno vasco y en cada diputación gobierna un partido distinto, el PSOE el gobierno vasco, el PNV la diputación vizcaína, el PP la alavesa en minoría y Bildu la de Gipuzkoa también en minoría. Si esto luego se trasluciera en una mayor transparencia política en las cuentas y otros asuntos, pues bien, genial. Pero ya, ya, cómo va esta casta política, independientemente de su color, a ponerse ellos mismos el cascabel del gato. 

Habrá que esperar entonces que la indignación ciudadana, el hastío reflejado en la abstención por lo menos, sea de tal calibre que a alguien se le ocurra decir, basta ya, hasta aquí hemos llegamos, no podemos seguir igual, hay que hacer algo, hay que escuchar a la gente.


jueves, 18 de octubre de 2012

EL MEJOR PADRE DEL MUNDO


Ser el mejor padre del mundo como ser el mejor hijo, marido, ciudadano o empleado, no puede haber mayor pretenciosidad. Pero, cómo son estos tiempos de gilipollas que eso parece ser ahora, no ya un objetivo, una aspiración, sino casi que una obligación. Como declares que a ti te la trae floja ser el mejor padre del mundo, que con te quieran tus hijos vas que chutas, en seguida se ciernen sobre ti las miradas reprobatorias e inquisidoras de la peña abrumadoramente bienpensante y bienqueda que de un tiempo a esta parte compone la práctica mayoría de la gente entre la que vivimos. Porque en nuestra sociedad actual ya no vale con cumplir lo mejor que puedes con tus obligaciones paternas, esto es, con dar de comer a tus hijos, protegerlos, llevarlos al colegio, transmitirles tus valores de tenerlos, educarlos para que no parezcan mandriles en celo, y, en general, repartir tanto cariño como autoridad, la esencia de la paternidad a mi juicio. Ni mucho menos, eso ahora se te presupone pero no se valora. En nuestros días, y como en el resto de los ámbitos de la vida, lo que se impone, se exige, es ser perfecto. Hay que ser el mejor padre a toda costa, pues sólo empeñándote en ello puedes aspirar a ser reconocido como tal.  Y no se trata precisamente que el espectacular grado de desarrollo técnico y científico que hemos alcanzado ofrezca la oportunidad de eliminar de cuajo todas aquellas taras que hacían del ejercicio de la paternidad un verdadero suplicio, una condena que se impone uno a sí mismo desde el primer momento que le dice a su pareja "¿embarazada? ¡qué alegría!".  Se trata más bien del increíble y apabullador desarrollo e imperio de la tontería en grado sumo, la generalización de la memez como motor de conducta.

De ese modo el tutor de tu hijo te dice que el chaval el clase, por lo general, bien, que es bueno en esto y lo otro; pero, porque faltaría más que no hubiera un pero, es muy nervioso, despistado, se mete los dedos en la nariz para comerse los mocos o vete a saber. ¿Qué hace el común de los padres? Pues sale corriendo a casa a tratar lo de los nervios, el despiste o los mocos del niño, a ver si hay que llevarle a un especialista para que lo centre a base de terapia y pastillas, o acaso también para que le hagan una lobotomía y de paso asegurarse que en el futuro estudie una ingeniería y vote al PPSOE. Porque el nene tiene que ser perfecto y tú todavía más, no puedes permitirte que vayan por ahí diciendo "el hijo de Txema, que no para quieto en clase y está todo el rato comiéndose los mocos, se ve que no lo alimentan en casa." Y claro, como quieres que te señalen como un mal padre, alguien que no pone todos los medios a su alcance para que su hijo sea un futuro Einstein, pues de cabeza al pedagogo, al siquiatra si hace falta: "mire, el niño, que no me saca matrículas de honor en todo, a ver qué podemos hacer, pago lo que haga falta".

Y si solo fuera dinero para sufragar el psicólogo, las actividades extra-escolares, todos los caprichos habidos y por haber, el futuro internado en un colegio de idiomas en mitad de la campiña inglesa, la matrícula en la universidad más molona para el currículo de turno, las tetas de su futura novia... En fin, no sólo hay que tirar de chequera para demostrar al mundo y en particular a tu hijo que, si no eres el mejor padre del mundo, sí al menos pagas para parecerlo, también hay que ejercer de consejero sentimental de tu hijo, de "coach" de sus estados de ánimos y pajas mentales, lo cual te obliga, casi sin quererlo, a realizar un curso acelerado de psicología para no traumatizar al crío con cualquiera de tus ocurrencias, no se te vaya a escapar eso de "te entiendo hijo, si en el fondo son todas unas... terroristas emocionales" cuando te cuente que está hecho polvo porque ha roto con su novia de hace una semana. Pero no, por favor, como se escape algo así en el futuro, cuando el pobre empiece a sufrir la maldición de la existencia masculina, también llamada sexualidad, seguro que me dilapidan en mitad de la plaza pública, por grosero, bruto, chabacano, el peor padre del mundo.

Porque eso y no otra cosa es lo que pienso cuando cae en mi manos uno de esos suplementos dominicales con artículos acerca de "cómo debemos actuar con nuestros hijos, diez consejos para ser un padre diez", "consejos para ser el mejor padre del mundo", que nos hemos vuelto definitivamente idiotas a la par que extremada e irracionalmente ambiciosos. Yo no puedo ser el mejor padre del mundo, siempre habrá alguien que me gane, seguro que alguno tan exquisito, puntilloso y sensible que yo a su lado parece un ogro descastado y pervertido. Yo lo que quiero ser es un buen padre para mi hijo y poco más, a ser posible consciente de mis defectos, que los tengo a porrillo, si bien ni más ni menos que la mayoría de los soplapollas que se pasan la vida juzgando a los demás por lo hacen o dicen en la convicción de que ellos sí, ellos son los mejores en todo, han alcanzado el camino de perfección con el que nos machacan a todas horas. Pero claro, de eso mismo va la idiocia que nos rodea, la versión actualizada de la mojigatería de toda la vida, el pujo de querer ejercer siempre de juez de nuestros semejantes; ahora toca pasar por el padre perfecto como antes por el cristiano más devoto. Al fin y al cabo es lo mismo que con la cosa religiosa, el caso es renegar de nuestra cualidad humana en mor de una perfección que solo existe en la mente de los talibanes de turno.

Por eso no soporto a los pedagogos, verdaderos parásitos de la estulticia humana, los nuevos moralistas o curillas de la conciencia ciudadana, maestrillos del tres al cuarto cuya única razón de ser no es otra que fiscalizar las debilidades ajenas, una chusma infecta de teorías de chichinabo que quedan muy bien sobre el papel  y completamente ridículas en la realidad. Ya los tuve que soportar cuando estudié para sacarme el CAV (curso de adaptación al profesorado), una de ellos hasta me quería poner a bailar en medio de clase para ayudarme a desinhibirme a la hora de dar clase. Tuve que explicarme que yo en clase me desinhibo con el sentido de deber y por las noches con un cubata en la mano. Eso por no hablar de las toneladas de apuntes a rebosar de estupideces que el sentido común resume en pocas palabras. Pobrecicos, ya sé que se estaban ganando el cocido, a fuerza de cocernos la cabeza a los demás con sus putas perogrulladas. 

En fin, no niego que como padre precise de cierta orientación, de más de una referencia cercana o no, tanto como del derecho a ser libre de cometer mis propios errores y saber corregirlos por mí mismo, conforme a mi capacidad o inteligencia. Por eso, y no otra cosa, me reafirmo en el que la única guía pedagógica digna a ser tomada en cuenta, siquiera sólo por la profundidad de su carga emotiva y literaria, es la CARTA AL PADRE de Kafka, al menos las conclusiones las sacas tú mismo y no un tercero que no te conoce de nada y aún así pretende orientarte en tu propia vida: LA CARTA AL PADRE, no tiene desperdicio desde la primera a la última línea; pero, sólo por entresacar algo.





" Tú, por ejemplo, me alentabas cuando hacía bien el saludo militar, el paso de marcha, pero yo no era un futuro soldado, o me estimulabas cuando podía comer mucho y aún tomar cerveza, o cuando lograba repetir canciones incomprensibles o repetir tus frases usuales, pero nada de eso pertenecía a mi porvenir." 





"También es verdad que apenas me has pegado alguna vez de verdad. Pero aquellas voces, aquel rostro encendido, los tirantes que te quitabas apresuradamente y colocabas en el respaldo de la silla, todo eso era casi peor para mí. Es como alguien a quien van a ahorcar. Si lo ahorcan de verdad, ha muerto y todo ha terminado. Pero si tiene que ver todos los preliminares del ahorcamiento y sólo cuando le cuelga la soga delante de la car ase entera del indulto, puede que quede dañado para toda la vida. Por si fuera poco, a medida que se iban acumulando aquellas ocasiones en que, según tu criterio claramente manifestado, yo hubiera merecido una paliza, pero gracias a tu indulgencia me había librado de ella por muy poco, iba aumentando en mí otra vez el sentimiento de culpabilidad. Por donde se mirase, siempre incurría en falta frente a ti."

martes, 16 de octubre de 2012

ENVIDIA



 A diferencia de lo que ocurre en España en torno al debate sobre la independencia de Cataluña, el mensaje del unionismo aquí no está marcado por la amenaza, sino por la seducción. Vienen a decirle a los escoceses algo así como “no seáis tontos y no os vayáis: siempre estaréis mejor con nosotros”.

 Cómo no quitarse el sombrero, cómo no sentir una sana envidia, cómo revolverse por enésima vez contra lo que se encuentra uno a diario a su alrededor, y no precisamente por el fin en sí del referendo para la independencia de Escocia, sino por la manera, y muy en especial el fondo, en el que esté se va a llevar a cabo. Porque lo de Escocia es nada ni más ni nada menos que un ejercicio de democracia, tal y como lo explica el mismo primer ministro británico, David Cameron, de un modo que no deja lugar a dudas:  'This United Kingdom can never hold a country within it without its consent. 

 Los nacionalistas escoceses propusieron la convocatoria de un referendo para decidir la pertenencia o no de su nación al Reino Unido y ganaron por mayoría, de ese modo, el primer ministro británico decidió convocarlo porque, como bien se encarga la Historia de demostrar, ningún territorio puede ser retenido dentro de una organización política superior contra la voluntad de la mayoría de sus habitantes. Por eso ahora ahora les toca a los nacionalistas escoceses convencer a su electorado de las bondades de la independencia y a los unionistas ingleses y escoceses de todo lo contrario, vamos, lo que viene a ser la lógica del debate democrático.

La lógica del debate democrático a la que tan ajena parece ser la mayor parte de los ciudadanos españoles. Ejemplo a diario y a mansalva. Los nacionalistas catalanes amagan con un referendo para decidir su permanencia o no a España y desde del centro (concepto no tan geográfico como socio-cultural) se reacciona como parece ser la norma entre españoles desde los tiempos de Numancia a nuestros días pasando por una cruenta guerra civil que no fue sino la confirmación más dramática de esa incapacidad innata de entender y aceptar al contrario . En España y ante cualquier demanda política que venga del otro, del ya previamente estigmatizado porque no comulga con la idea oficial, canónica, de España, prima el no de entrada y por principio, el cerrarse en banda contra cualquier cosa que no sea de su agrado, el anatema como toda respuesta, el insulto como todo argumento intelectual. No hay debate posible entre españoles, aquí las ideas del otro simplemente se condenan como si fueran blasfemias, atentados al honor de los que creen tener la razón por principio, los que se consideran por definición las personas de bien, con tres dedos de frente, y de ahí que el resto o esté equivocado, sea idiota o directamente ya un hijo de puta. Viene en nuestro código genético o casi, siquiera porque así lo señalan muchas cabezas doctas que nos han estudiado y concluido que no tenemos solución. Somos el producto de siglos de la intolerancia religiosa que rechazaba y perseguía por principio al moro, judío, hereje o converso, que sólo podía concebir la paz en su territorio mediante la eliminación de toda disidencia. Somos el resultado de haber pretendido construir una nación para el conjunto negando la existencia de las partes, tratando incluso de erradicar la lengua y cultura de esos otros pueblos pequeños que no eran aquel sobre el que se impuso la unidad desde el centro al resto. Y sobre todo, siglos de adoctrinamiento en vez de educación de los que destacan los cuarenta años del nacional-catolicismo de los vencedores de la guerra civil. Eso ha dado generaciones enteras de españoles educadas en los mitos y leyendas de un nacionalismo español en el que no hay lugar para otras lenguas, culturas o fe que no sea la castellana y el rancio y sombrío catolicismo español. 

Por eso no se puede discutir entre españoles, todo lo más se asiente ante el que más alto grita y se procura no salirse del tiesto con matices que para la mayoría no son sino pejigueras y sobre todo ganas de molestar, de poner en tela de juicio la uniformidad de pensamiento de la mayoría. No está preparado el español para el debate, grita pero no razona, despotrica pero no argumenta, y sobre todo, sabe muy poco o nada de lo que habla, porque el nivel es el que es, décadas de escuela franquista de los mayores y de desprecio generalizado de los más jóvenes por la cultura, el conocimiento, la educación en suma. De ese modo, las cosas siempre son por cojones, o estás conmigo o contra mí, no hay término medio, es la eterna Inquisición de los espíritus, el querer poner coto a la disidencia por las bravas.

Y luego se rasgan las vestiduras porque parte de los catalanes o los vascos quieren independizarse de un estado en el que no ven respeto alguno hacia su identidad, no digamos ya aceptación en incluso afecto, que menos ya que tenemos que vivir juntos, sino más bien un peligro en el que caso de que un día bajemos la guardia y nos quiera, una vez más, "españolizar", esto es, "castellanizar" a gorrazos, como antaño, prietas las filas, hablad en cristiano, ¡Arriba España! Ni siquiera se dan cuenta de sus contradicciones frente al independentismo vasco o catalán. Toman la parte por el todo y arremeten contra vascos y catalanes como si todos fueran independentistas, lo hacen insultándoles y amenazándoles con todo lo peor, algunos incluso declaran boicots a productos catalanes de los que no saben si sus productores son independentistas o no. Lo dicho, no caben los matices, no son capaces, en discurrir en España es un continuo ir del blanco a negro y poco más. De este modo, muchos vascos o catalanes que en principio son indiferentes a los cantos de sirena del independentismo, incluso que son reacios porque son conscientes del hecho de que a pesar de las diferencias cinco siglos de convivencia dan para mucho y sobre todo para compartir más de una cosa con el resto de españoles, se sientan repentinamente insultados y amenazados, esto es, inclinados a aceptar los argumentos de los nacionalistas cuanto éstos aseguran que no nos quieren, todo lo más sometidos, los veleidades indentitarias una vez más motivo de sanción administrativa o cárcel, como antaño, como antaño, y siempre, claro está, renegando de nuestras lenguas y culturas, de nuestros derechos adquiridos a lo largo de la Historia y sobre todo por el Pacto que en su tiempo firmaron nuestros antepasados para aceptar la autoridad de sus reyes y ya de paso entrar a formar parte de su tinglado.

Se indignan porque muchos vascos y catalanes se quieren separar de ellos y en lugar de plantearse por qué, cómo han llegado a este punto, por qué están tan cabreados, cuándo dejaron de sentirse también españoles, incluso de cómo convencerlos de lo contrario, de plantear la inconveniencia de la separación en función de lo que nos une, y no solo la economía, que ya hay que tener ceguera histórica para no darse cuenta de que cuando la voluntad de un pueblo es la que es la economía siempre da en mera anécdota, en lugar de resaltar que no se puede separar porque no y punto, que es delito, casi pecado, un insulto incluso, que no lo permite esa Constitución a la que se remiten una y otra vez como si fueran las Tablas de la Ley, si bien es intocable hasta que lo diga o mande Merkell, de que en España hay lugar para todos porque ésta es una nación de naciones que se acepta en su diversidad, que reconoce la identidades de pueblos diferentes a la mayoría, escogen la vía del insulto y amenaza. Lo dicho y escrito, viene en el código genético o casi, la intolerancia  y la insuficiencia dialéctica como componente esencial del modo hispánico de afrontar los problemas, de mirar al otro como un igual y no siempre como un enemigo, un inferior, alguien que no debería ni existir por pensar diferente, que se atreva.

Dan ganas de independizarse, sí, pero para pedir luego inmediatamente la integración en el Reino Unido.



lunes, 15 de octubre de 2012

ASPERRA



Duela hilabete batzuk eskatu zidaten Eusko Jaurlaritzako Kultura Sailetik idazlan bat indarkeria politikoaren erruz bidean galdutakoek utzitako hutsunei buruzko liburu bat osatze aldera. Esan nien baietz, noski, ni bezalako idazle ezezagun eta ziztrin batendako aparteko aukera baitzen nire izena nolabait ezagutarazteko. Gaur bertan idatzi dit sailburuordeak liburua egingo ez dela esanez euskal idazle gehienek muzin egin diotelako eskaintzari. Pena handia hartu dut, jakina. Baina, hala eta guztiz ere, atsekabetu ez hainbeste. Egia esan ez nau batere harritu, aldez aurretik nahiko proposamen nekoso edo latza zela baineritzon denon gusturako izateko eta hamaika arrazoigatik gainera. Ez ditut aitatuko, zertarako ote, nahiz eta gure euskal kulturaren nondik norako hain berezi, erretxin eta batik bat alderdikoiekin zerikusia duela uste izan.

Edonola ere, eta doala mehatxu gisa edo, badut asmoa nire ipuin honen muinetik tiraka nobelatxo bat idazteko etorkizunean, aspalditik baitarabilt gogoan delako indarkeriak eragindako hutsune zein galereei buruzko gai istorio/estakuru bat, ez dut beraz nire ipuin hau ahanzturaren zakarrontzira zuzen-zuzen botako, oraingoz ez.

                                                                      ASPERRA


 Nire hiriko jaiak gero eta aspergarriagoak begitantzen zaizkit. Edonongoak egia esan. Jendez gainezka egoteaz gain, inora joateko, ezer ikusteko edo edonorekin solasean goxo-goxo egoteko hamaika oztopo topatzeaz gain, bat-bateko eta derrigorrezko bozkario horrek nire onetik ateratzen nau. Zaharkitu naiz sano, noski; agian ez osasuntsu, baina bai aspalditik aisialdi lasaiak zein egunekoak nahiago bezainbeste dezente. Hori da behintzat nik uste dudana. Urteak aurrera joan ahala parranda gogoa gero eta makalagoa egiten da, doi-doi desagertzeraino, ia mehatxu ere bilakatu arte. Geratuko al gara bihar gauean? Berehala edozein aitzakia asmatu behar zure burua hiriko kale zikin, burrunbatsu eta uda minean egonda ere gauean beti hotzetan barrena ez ikustearren. Hobe dugu  astebururo bezala edozein jatetxetara elkarrekin joatea, lasai asko hitz aspertuak egite aldera, tentuz ere jan eta edateko betiko lez. Bestela badakizue, aspaldion biharamunek akabatzen naute, lur jota baino lotsatuagorik. Zer erantzun dizute? Pikutara bidali naute, laztana, jaietan parrandaz ez joateko ez baldin bazen zertarako elkarrekin geratu behar genuen egotzi didate, nahiago zutela jaiak pasa eta gero geratu, haiek ez dakit nik Foru Enparantzako zein kontzertura joango zirela. Ezetz esan diezu, ezta? Jakina, nik ere ez dakusat nire buruan nerabe tropel baten erdian denok elkar bultzaka, denok zirrien keaz blai eta kalimotxo edo garagardo katxiak gure sudurpetik pasatuz zein zipriztinduz, denok ere gure belarrien alboan ziur asko sekula ez entzundako abestiak garrasika basapiztien antzera. Ez, inondik inora ez. Gaur arratsaldean haurrekin El Prado parkean seme-alabekin geratzeko proposatu nien. Ez dakit aurki joango diren. Luis eta Zuriñe ezingo dira, kanpotik etorritako senitarteko batzuekin hitzemanak ziren. Patxik, aldiz, ezin zidan baiezkoa eman, berak gauean egundoko aitzurra harrapatzeko asmoa zuela aspaldiko partez, gogo ikaragarria zuela Virginia eta haurrak bere aita-amaginarrebenean utzitakoan hain zuzen, gurekin ez bazen hogeitaka urteko lankide baten koadrilarekin irtengo zen, beharko.  Zer ordutan? Bostetan geratu nintzen atzo. Berandu da, bai, Martinek debaldeko atrakzio zein jolasez gozatzeko parada izatea nahi baldin dugu lehenbailehen alde egin beharrean gaude.

 Jaietan gaude eta edonora zoazela ezin duzu egitarauko edozein ikuskizun ospatzen den lekutik gertu aparkatu. Izan ere, kotxea lekutan utzi eta gero El Pradoraino zuzendu eta bertan nahitaezko jende andanarekin topo egin dugu. Zer espero zenuen? Teresak sudurra zimurtu dit, jendetzak gorrotatzen ditu, ikaragarri aztoratzen dute, ni bezainbeste, hain zuzen. Ba al dakizu zenbatean dauden barrakak aurten? Bosna euro, seme-alabenganako maitasunak baizik zuritzen ez duen lapurreta garbi-garbia. Horrenbestez, ez nau batere harritzen hemen hainbeste familia pilatuta ikusteak. Eta bai, egia da, zuzen zaude, laztana, jolasgune bakoitzera sartzeko erreskadan jartzekotan arratsalde osoa emango dugu zain. Niri ere guztiz aspergarria egiten zait, noski, baita etsigarria ere. Baina, beranduegi, maitea, dagoeneko Martintxo zure eskutik askatu eta parkera sartu orduko ikusi duen aurreneko atrakzioraino jo egin du ziztu bizian.  Koltxoneta erraldoi batez egindako gaztelua, haurrak almenetaraino igo behar dute bi alboetatik, behin goian euren burua maldan behera botatzeko.  Gaixoak ez daki nondik sartu jolasgunera. Sarreran kokatu egin da, baina ilaran dauden gurasoen begiratu zorrotzek zein haurren mehatxuek usaturik gugana dator kitzikari ezin eutsiz. Begiratu egin diot Teresari burumakur; gureak egin du.

Betozkoa jarri dit Teresak, errua nirea bailitzan, honelakoetan betiere suertatu bezala nire ustez. Nori otu zitzaion honaino etortzea? Nork zekien parkea bete jende zegoela, eta hala eta guztiz ere… Zer edo zer eta laster asmatu beharrean nago honezkero errietarik ez izateko edozein huskeriaren kontura. Bien bitartean, berriz, tutik ere ez esatea hobe dut. Bestela, edozein txorakeria bota ezkero, lepora botako lidake arratsalde osoa alperrik galdu beharra.

  Martintxok bere amari eskutik oratu dio berriro, badaki koltxoneta gainean zapatak kendu behar dituela, berak gorde egingo dizkion jakin nahi duen; ez zaio batere atsegin gainontzeko haurrenekin nahastea. Erreskadan ama eta semearen atzean kokatu naiz. Baztertu egin naute, egia esan. Gero eta jende gehiago pilatzen da gure ilaran. Baina, gu ez goaz ez aurrera, ez atzera, guk ilaran iltzatuta ematen dugu. Teresa zuzen zegoen, aspertzen hasia naiz, oso.  Nire ingurukoei so egitea dut betekizun bakarra.
 
Egonarria. Egonean harriak bezala ote? Egonean arrastaka eraman beharreko harria? Egiazko harria banintz hobe, ez bainago batere eroso lerroan jolasguneko sarreraraino ezari-ezarian goazela, urkamendirantz urratsez urrats bagindoaz bezala. Ez nago eroso nire sorterri tarteka-marteka bakarrik maite eta betiere gozakaitzean nagoelako, ilaran txikitandik ezagun nazakeen balizko jendearen begiradapean, hauetatiko norbaiten ezustekoaren beldur. Aspalditik nire familiarekin bizi naizen Asturias aldeko hirian oso bestelakoa litzateke. Ezkon-senitartekoak zein emaztearen zenbait lagun edo lankide alde batera utzita, ez dut ia inor ezagutzen, hau da, kaletik lasai-lasai ibili ohi naizela inolako ezusteko handirik beldurtzeke. Nire erbestean bizi naiz lasai bainoago esne mamitan, maite dut niri bizilekua. Beharko, hara joan arte ez bainekien jende gehienak gainontzeko guztiekin gizalegezko, atsegin, eskuzabal eta guzti joka zezakeela, zientzia fikzioko idazle batek asmaturiko gizarte utopiko edo gaixo batean bezala. Hala ere, herriminak eraginda edo etxera itzultzeko gogoa, gurasoak ikusteko zein betiko lagunekin parrandan egoteko aitzakiaz, hilean behin edo birritan, aski ere. Eta orain udako oporretan gaude, Andre Mari Zuriaren jaiak aspaldi bilakatu bainituen gure bikote harremanaren ezinbesteko bat, Teresak berak beste hainbeste sortu eta inposatu bezala, alafede.


Ez dut, ez, nire lerrokideengan erreparatu nahi. Zertarako baldin badakit nor edo nor laster hautemango dudala nahitaez. Nahikotxo dut lehen, ilarara otzan-otzan gehitutakoan, koltxoneta erraldoi honetara igotzeko irrikan dauden haurrekin batera pilaturiko heldu andanari botatako soslaizko begiratuarekin. Polarrak nagusi, noski, zer espero, hemen bildutako gehienak gure adinekoak izanda, guraso gazteak beren kakanarruekin, azken urteotan Euskal Herriko egiazko eta agian erabateko ikurra bilakatutakoa, edonora zoazela zenbat eta polar gehiago ikusi, gero eta leku euskaldunago batean zaudela asma dezakezu segurutik. Euskara ere aditu berri dut aspaldiko partez. Nire adineko eta ustezko euskaltegi edo ikastola-kumeak euren seme-alabekin eskola hizkuntzaz barra-barra, nik esango nuke behar baino ozenago ere egiten ari direla, ondokoek laster jakin dezaten euskaldunak direla, euren seme-alabei Euskal Herriko hizkuntza irakasten dietela ikastolan edo propio irakatsi bezala. Polita da, oso, hunkigarria besteko, euskara nire hirikideen ezpainetan gero eta gehiago entzutea kalean, ikasgelatik at esan nahi dut, sikiera halako jaiegun zein topaguneetan, haurrekin zein txakurrekin, pixka bat asko da, Hizkuntza Politika Sailburuaren leloen menpeko;  beraien artean, ordea, aldamenean lagun zein ikastola-kide ohi dituztenekin –bai jaun-andreok, detaile honi muzin egin diozuenok, hau bezalako hiri txiki batean ia denok elkarren ezagun-, erdaraz ere barra-barra egiten dute eta. Tira ba, ezer berririk ez Euskal Herriko eguzkipean. Harritu eta agian ere benetan hunkitzen nauen gauza bakarra seme-alabok elkarri xalo-xalo euskaraz egiten diotena, auskalo noiz arte, auskako noiz otuko zaien helduen erdarak haiek ere heldu bihur ditzakeela. Edonola ere, ea egia den gu sortu ginen enbor beretik sortuko dira besteak… beharbada ere onduagoak.

Edonola ere, honek guzti honek biziki poztu egin nau. Nola ez, atzerrian egonda ere nire burua euskaldun izateari eusten saiatzen baldin banaiz ere, Idahoko artzain baten modura edo. Animatu egin naiz, beraz, nire inguruan disimuluz  kuskusean egitera, ea nor topatzen dudan begiraka, nolatan aldatu diren aspaldi ia egunero kaleetan barna ikusi ohi nituen lagun edo ezagunok, noraino dauden koitaduak ni beste aldatuak, etxekotuak, otzanduak, oinperatuak, zaharkituak. Eta bai, merezi zuen denbora-pasak edo, lehenengo begiratu arin eta disimulatu batean aspaldiko ezagun batzuk antzeman ditut laster. Denetarik dago, zenbait txikitako ikaskide, izena ere gogoratzeko gauza ez naizena, gaztetan astebururo Alde Zaharrean topo egiten nituen zurrutero porrokatu asko eta asko, hots, orduko tabernazulo peto-petoak, amorratuak egia esan, eta baita hamaika orduko saltsatan  ezagututakoak ere eta hauek bukatu orduko, ahaztu orduko, nire bizitzatik berehala desagertutakoak ere, Jainkoari esker. Gehienak ere umez lepo eta nekea, eguneroko neke luze eta sakon bat, orduak aurrera joan ahala aurpegietan zabaltzen omen. Badira gure ilara luzean, batik bat aipaturiko saltsetan ezagututakoetariko baten bat, gaur egun orduko Alde Zaharreko tabernarik borrokenetan zein derrigorrezko manifetan azaldu ohi zireneko piuraz jantzita dirautenak ozta-ozta, betiere eskuarki udaran baino janzten ez dituzten kamisetako lelo aldarrikagarrietan, gizonezkoei gero eta itsusiago, atxilo-ohi, geratzen zaizkien belarritakoetan edota kokoteko isatsean erreparatzekotan, kosta ahala kosta isioturik mantendu guran duten sute baten txingarrak bailiran. Hala ere, badirudi gaur gauean, seme-alabekin arratsaldea emanda, harik eta hauek behar bezala jolasean egin, aspertu eta nekatu arte, gurasoenean bilobak utzi eta gero, Alde Zaharreko kaleetarantz antxintxika jo egingo dutela jaietako parrandan murgiltzeko asmotan. Inbidia ikaragarria ematen didate, egia esan.

 Bigarren begiratuan, berriz, orain lasaiago egiten dudana lehenengoan inor benetan agurgarri topatu egin ez baitut, hara hor nor dut ilararen hasierara iritsi berria, ume bat eskutik oratuta eta bere aitak lagunduta ere bai: Mario! Ezin sinetsirik nago. Baliteke lausoak oker egitea, baina badaezpada ez dut berriro begiratuko. Mario da! Aspaldiko Mario, txikitako Mario, gure Mario. Badira urteak elkar ikusten ez genuela, azkenengoz orain dela zazpi urte inguru, Virginiaren amaren hiletan, ezin genuen hitz erdirik ere egin, lagun pila ote zegoen elkar agurtzeko, lagun pila, ia denak txiki eta gazte garaietakoak, berak ez ere aspaldiko partez ikusita izango ez zituenak, bostekoa eman zien banan-banan. Izan ere, bere lehenengo, txikitako, koadrilakoak laster baztertu gintuen, enegarrenez bada ere. Gu bistatik laster galdu gintuen antzina bezala, hiritik inori tutik esan gabe joan zen bezala. Gugandik urrundu zen betidanik gogoan izan zuen bizimodu, nola esango, libre, alternatibo, basari eusteko asmotan, mendira alde egin zuela esan liteke, basozain lanetan omen zebilen, edo horrek esan ziguten behinik behin. Berehala ere aldatu egin zen beste koadrila batera Isabelekin ia egunero topo egin behar ez izatearren, Isabel ahaztu beharrean zegoen nola edo hala, aitortu nahi ala ez denok bagenekien maiteminak jota zegoela, nola ez ulertu, zuritu, bere ihes-gura/behar hura.

-Aditu al duzu berria? Mario atxilotu dute.

Begiratu egin diot berriro. Bera da duda izpirik gabe. Mario, ala agian ez, agian dagoeneko beste izen batez ezagunago omen. Ez naiz gogoratzen zein, baina oraintsu ETBko telesaio batean irten zen bera basozain lan egiten omen duen eskualdea erakusten zuen erreportaje batean Txintxu, Pintxu, Zintxu edo ez dakit zer goitizenekin aurkeztu zuten, ez dit axola, Mario nuen eta dut. Nik ez nuen ikusi erreportajea, baina koadrilako batek esan zidan oso zaharkitua azaltzen zela. Nor ez, erantzun nion koadrilako horri, zuk zeuk ikusi al duzu zure burua ispiluan azkenotan? Euskaraz elkarrizketatu zuten. Badirudi nahiko dotore, txukun, aiko-maiko handi barik, moldatu egin zela hogeita hamar urte pasa, azkenean, ekinaren ekinez ote, bihotz-bihotzez maite zuela aldarrikatu ohi zuen hizkuntzaz. Areago, koadrilako horrek esan zidan ere ingurunera oso lotuta antzematen zitzaiola, ikaragarri maite ere zituela Gorobel aldeko mendiak, eskualdean jaiotako edonork baino hamaika aldiz hobeto ezagutzen zituela txoko eta zirrikitu guzti-guztiak. Mario beti izan zen naturazale porrokatua, beste hainbat gauzatan bezala.

-Badirudi bere neskalagunaren lagun batzuei ostatu eman ziela, edo hori behintzat kontatu zion bere amak nireari, deus ere galdetzeke.

 Jakina, errua beti beste batena, eta baldin badago emakumezkorik askoz hobe, badugu errudun nagusia, ia bakarra, Marioren amak ez zuen dudarik, alajaina.

-Badirudi Marioren neskalaguna borroka horietako bat zela, Amurrioko Herriko Tabernan ezagutu omen zuen, piercing zein tatuaiez, zer diot nik, barkatu, tattoez  –coolago geratzen baita- josita zegoen goitik behera, eta apurtxo bat potola ere bai.

Ezin kasurik egin amei, ez dakusate ikusi nahi ez dutena, nireak nitaz ere ederrak esan ohi zituen, koka-kolak baino edaten ez nituela asteburuetan Alde Zaharrera joaten nintzenean, ezin ulertu beraz zer-nolako aitzurrekin bueltatzen nintzen etxera ia goizero.

-Mariok ez zekien ETAkoak zirenik, berak bai ordea.

Jakin ez zekien bezala, urte andana Aiara alderantz ospa egin aurretik, zer dela eta koadrilako hiru atxilotu gintuzten manifa hartan, nire semea ez da manifestazioetara joaten, lagunek edo eraman egin zuten, baliteke ere Alde Zaharrean lasai asko egon izana eta bat-batean, abertzale alu horiek, ETAren kumeak, astebururo dena sutan jarri behar, dena hondatu, koldarrak, nire semea bezalako mutiko zintzoen artean babesten dira harrapa ez ditzaten.

-Gu ez, gu ez gaitu engainatzen –Isabelen lagunminak, koadrilako neskarik zorrotzenak, bazuen argi eta garbi, betiko lez-, guk denok ondo asko baitakigu  Mario nortzuen aldeko izan zen beti, zertaz harritu behar, noiz edo noiz harrapatu behar zuten. Merezi du beraz jarriko dioten zigorra.

Nik dakidala orain dela bost urte edo atxilotu egin zuten etakide haiei ostatu eman izanagatik. Badago kalean, bistan da noski, nahiz eta nik badaezpada beste behin ez egiaztatu nahi izan. Badu gainera alabatxo bat, berea da, bai horixe, aitonarekin daude, Mariok lepogainera igo du koltxonetan zoro moduak saltoka dauden haurrak ikusi ditzan, aitonak aginduta ote. Aitonak beti ari baitzen aginduka, Mariok ezin zuen jasan, aita berak gorrotoen zituen guztiaren irudia baitzen, Burgos aldeko herrixka batetik etorritako nekazari egoskor eta atzerakor peto-petoa, den-dena pikatxo eta palaka konpontzen zutenetarikoa, den-dena politikaren erruz eta batik bat agintari alfer eta ustelek hankaz gora zegoelakoan. Nik uste Mariok txakurrei… poliziei -ai ene, aspaldiko hizkerari ezin uko egin ere!-, harrika egiten zien aldiro bere aitari jaurti egin balio bezala zela, edo bestela ezin asmatu nondik zetorkion amorrazio handi hura.

-Ez dakit terroristei laguntza emateagatik zenbat urtekoa den zigorra. Nik kartzelara sartu eta giltza troka batetik behera botatuko nukeen.

“Goazen ba!” agindu dit Teresak, geldi geratu bainaiz hausnarrean bera eta semea erreskadan aurrera egin bitartean. Hutsune bat eragin dut ilaran, hobe dut hainbat arinen betetzea Mariok nigan errepara ez dezan ustekabean. Zer egingo nuke, orduan? Agurtu eta kito? Hurbilduko al natzaio ilara utzita? Nola azalduko nioke gero kanpokoa izanda hemengo gauzak zuri eta beltz nahitaez ikusten dituen Teresari Mariorenganaino joan izana, sasi-etakide ohi batenganaino? Larrutuko ninduke gero. Noizbait Marioz hitz ere egin diot, gauza gutxi, gure gaztetako garai urruti horien kontura, nola koadrilakoek elkar ezagutu genuen, gure aurreneko parrandak-eta, kezko garai ilun haietako zenbait pasadizo, xelebrekeriaren bat edo. Kontatzekotan,  orain dela bost urte atxilotu zutenekoa ziur aski. Albistea egunkarietan azaldu zen eta gainera nire koadrilakoak horren kontura deika izan nituen aste osoan; ba al dakizu Mariorena?

-Nik ere giltza botako nukeen trokan behera.

Eta giltzarekin batera inoiz berriro gaztetan bezala elkartzeko inolako aukerarik ez. Benetan hurbilduko al natzaio agurtzeko? Zergatia badakit, aspaldiko adiskide dut? Baina zertarako orain? Martin igo berri da koltxoneta gainera, Teresaren parean jarri naiz gure semearen gozamenaren lekuko, baliteke etorkizunerako notario.


Mario, gure Mario, hala esaten baikenion hogeitaka urte pasa ere, inoiz gugandik alde egin ez balu bezala, lehen koadrilaz eta gero hiriz aldatu ez bailitzan, atxilotutakoan, ia komunikabide guztietan agertu eta gero etakide haien pare-parean, esku-burdinez eta guzti, erabat arroztu zitzaigun, alegia.


-Tontoa baino tontoagoa izan behar horrelakoetan bukatzeko.


 Baina bazekiten haiek ere, Mario atxilotu eta gero hain gupidagabeki larrutzen zutenok, sekula ez zela izan batere tontoa, oso mutiko tolesgabea baino, azkarra ere bai, oso sentibera akaso. Bai, ez egin barrerik, ahots eme erretxingarri horrek. Mariok bazuen abilezia aparta bere barne kezkak-eta nola edo hala erakusteko, batez ere lumaren bitartez; ikusi bestela nolako marrazki ederrak egiten zituen, zer-nolako komiki polit eta zorrotzak, gogora ezazue elkarrekin sortu genuen komiki aldizkari hura, nik uste lauzpabost zenbaki edo argitaratu genituela, oso aldizkari…, nola esan, ¿anarko-mozkorra? Bai, horrela esaten genion erdi behintzat, erdi txantxetan edo. Mario artista trebea zen, munduko arazoak zein gure gizartekoak kezkabide zituena, agian ere den-dena muturreraino eraman ohi zuen gazte bipila, baliteke politika kontuetan inozenteegia, gehienok ginen bezala, bestalde, zu izan ezik, noski, nire koadrilako ahots eme eta beti errukigabe hori.


-Txorakeriak, denak izaten zineten bere modukoak, abertzale sutsuak, Euskadi askatu kosta ahala kosta nahi zutenetarikoak –hona hemen, behin berriro, azken bolada honetan belarria etengabe berotzen didan leloa koadrilako neska horrekin biltzen naizen aldiro-. Mario zuetariko erradikalena omen zen, bere ideologia-kideekin bat egin zuena sasi guztien gainetik hodei guztien azpitik, ondo asko erakutsi digun bezala.

-Nik ez nuen sekula ETAren alde egin, nik betiere indarkeriaren erabilera gaitzetsi egin nuen.

-Zuk bai, baina berak ez, hori da inoiz kontuan hartu nahi ez duzuena zuk eta koadrilako gainerakoek. Mariok ETAren hilketak eta mehatxuak zuritu egin zituen beti, Euskal Herriaren askatasunaren aldekoak ziren, ezinbestekoak beraz. Mariok parte hartu ohi zuen Ezker Abertzaleak antolatzen zituen saltsa guztietan, badakizu, jaiak eta borroka ere bai, auskalo zer gehiagotan. Baina, zer dela eta uste duzu Isabelek uxatu egin zuela?

-Ez zutelako elkarren antz handirik, Printzesa eta eskalea ematen zuten.

-Ez, Ederra eta Piztia hobe, Isabelek ez zuen inoiz gogoko izan txordo hori.


Koadrilako ahots eme gupidagabeko horrek ahaztua du zer-nolako adiskideak izan ginen denok, ahaztuak ditu elkarrekin pasatutako momentu goxo, zirraragarri, ustezko ahaztezin guztiok, ahaztuak ere behin betiko elkarri egindako aitortza eta promesa guztiak. Ahaztua du bai, erabat. Izan ere, gauza bakarra gogoratzen du, Mario etakide batzuei ostatu eman izanagatik atxilotu egin zutena.

-Zuk ahaztu egin al duzu Buesa eta bere bizkartzainaren hilketa salatzeko manifestazioan gure EGIko lagunarekin izandako kalapita? Bera bezalako abertzaleek ez zutela, ez lotsarik, ez bihotzik, ETAren krimenaren kontra protesta egitera joan beharrean euren lehendakariaren aldeko beste manifa bat konbokatu egin zutelako aldi berean. Egundokoak esan zenizkioten elkarri.

 Ezin nituen paratu koadrilakoaren laguna ere zen egitxu haren bihotz gogorkeria, badakit denak ez direla bere modukoak, denetarik dela, jakina baietz, ezbaian egotea ere!, gehienak agian bera baino hamaika aldiz zentzuonezkoagoak, guztiz bihotzonekoak. Baina, gure lagun hura ez, bera kaskamotz hutsa zen, zentzu guztietan gainera, egoskor galanta, berak ez bezala pentsatzen ez zutenekin ezertan bat egiteko ezgauza, ez baitzuen ulertu nahi halako kinka batean, norbait akabatzen zutenean, lehentasunak lehentasun, ezin zinen ibili ohiko aiko-maikoetan, ibiltzekotan batzuen alde jarri egin zara besteen kontra nahitaez, edo hori behintzat zen orduan nik uste izaten nuena zinez eta minez.

-Hiltzaileekiko ekidistante izatea leporatu zenion gure egitxu lagun horri.


Buesa eta bere bizkartzainarenak izugarri txunditu ninduen, bihotzoneko euskaldun guztiak txunditu eta mindu bezala garai hartan, gizabanako guztiak, alajaina. Baliteke Miguel Angel Blancorenak bezainbeste, noski. Baina, Buesa eta bere bizkartzainaren hilketaren ondorio zein gorabehera politiko guztiak alde batera utzita.

-Bakar bakarrik? Aspergarriak zarete, oso.

 Baliteke, egia esan gaur ikusita orduko hika-mika guztiok aspertu baino ez naute egiten. Aspertzen nau gogoratzeak zer nolako itsuak, ergelak, izan ginen gure inguruan gertatzen ari zenari erreparatzerakoan. Badakit norbaitek idatzia duela gure gurasoek gezur egin zigutena. Oso erraza litzateke, berriz, haiei erru osoa leporatzea. Nirea ordea oso argi daukat, Buesa eta bere bizkartzainarena suertatu eta gero Buesaren alaba Martarengana jo behar izan nuen lehenengo aukera izan orduko nire dolumina agertze aldera. Ez nuen sekula egin, ez nintzen ausartu. Ez dakit zer dela eta ezin nuen hain gizalegezko eta batik bat bihotzoneko keinu xalo hori egin. Lotsa ikaragarria ematen zidan pentsatze hutsak. Eta hala eta guztiz ere, noizbait kalean zehar ikusita, urrundik izanda ere, beti aitzaki-maitzaki egon nintzen. Baina, beti alperrik, inoiz ezin nuen beragana joateko behar adina adore bildu. Laster aspertu nintzen nire txepelkeriaz, lotsatzen nintzen, baita ostrukarena egitera ohitu nintzen ere. Aspertu nintzen Marta ezagun nuelako, ikaskide ohi. Bai, izugarri estimatzen nuen, beti begitandu egin zitzaidan neska txit pertxenta eta buruargia, eta jatorra, oso, berak agian nire beraganako guzti hau sekula ez jakinagatik.

-Ikusi al duzu nola goxatu duen? – galdetu dit Teresak koltxoneta erraldoitik antxintxika jaitsi eta agertzen zaizkion haur edota helduen zango guztiak sigi-saga saihestuz guganantz ziztu bizian datorren nire semeari behingoz edo errepara niezaion.

-Eh… bai noski –baina gezurra da, galdu egin dut oraingoan gehien inporta zaidan gauza ia bakarra-. Joango al gara beste jolasgune batera?

-Ez aita, aspertzen ari naiz, goazen etxera, faborez.



Txema Arinas
Berroztegieta,  Araba.
2012ko uztailak 23