viernes, 26 de diciembre de 2014

EXPERIENCIA MÍSTICA-RELIGIOSA O CASI...






    Pues eso, que salgo del hospital a las once y media de la noche tras estar con mi viejo en su habitación viendo No es País para Sosos, y me doy de bruces con una capa de niebla que parecía que iba de cabeza a un algodón de azucar de los de pequeño (ya lo siento, pero no se me ocurre otra metáfora a estas horas...). Una niebla cerrada como el... dejemos las comparaciones, si eso como la de hoy a la mañana y ya es suficiente. No se veía nada, pero nada, justo el trozo que alumbraban las cortas del coche, más allá y a ambos lados la nada absoluta. Como que cuando he llegado al cruce de Lasarte dejando atrás las farolas del paseo, parecía que me metía en un agujero negro, que va a ser que sí, Stephen, que existen. Suerte que también han puesto farolas a la entrada del pueblo, que si no fijo que me paso de largo y acabo en Algeciras o algo por el estilo. Pero no exageremos, que tampoco ha estado tan mal, vas despacico y no hay nada que temer. Y si encima vas escuchando en la radio música clásica, un nocturno de Chopin para ser exactos y pedantes por igual, pues oye, en la gloria esa. Tanto que ha habido un momento, antes de llegar a Berrozti, que de repente se ha hecho la luz delante de mis ojos y casi alucino; pedazo de esperiencia mística, religiosa o lo que sea, que se me aparece la Virgen María, Jesús y los pastorcitos, ¡que estamos en Navidades, ahivala...! Pero no, no hay cuidado, era un hijoputa que venía de Trebiño dando por culo con las largas...


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