martes, 27 de enero de 2015

CRÍTICA CUTRE-GASTRONÓMICA



Anda que no me he acordado poco ni nada del amigo Josema Azpeitia durante estas últimas semanas de menú en la cafetería de hospital o curioseando el catering para los pacientes en varios hospitales. Tanto como de la polémica del año pasado en el comedor escolar de mis hijos, con denuncias de la asociación de padres de por medio y en los medios, tanto por la ínfima, por no decir criminal, calidad de la comida como por la muy sospechosa coincidencia de que uno de los dueños de la empresa de catering que había contratado el ayuntamiento fuera también... sí, sí, no falla, marca España en vena, un concejal del PP que regenta la alcaldía.

Que digo que me acordaba de Josema porque durante esas tristes y precipitadas colaciones en compañía de mi madre he tenido mucho tiempo para reflexionar, sobre todo mientras ponía cara de escuchar el monólogo interminable de mi progenitora a cuenta de cualquier pijada -sí, soy un hijo desnaturalizado, ¿qué pasa?- sobre el oficio de crítico gastronómico. Que sí, que lo de levantar acta de las excelencias de tal o cual restaurante de postín, escribir la crónica del día de la morcilla de Beasain o del tomate de Tudela, formar parte del jurado de concursos de pinchos como el nacional de Euskal Herria, la semana del pincho de Pamplona-Iruñea e incluso el concurso de pinchos de fin de semana de Labastida, y siempre con el único fin de que la gente tome nota, está pero que muy bien, aún por modesto y meramente lúdico o así un gran servicio a la humanidad. Pero, ¿qué pasa con la información referente a la multitud de comedores escolares, de hospital, centros penitenciarios y por el estilo? ¿Quién se encarga de prevenir al consumidor acerca de la calidad de la multitud de servicios de catering que ponen en riesgo nuestra salud y nos quitan la confianza en el género humano desde el punto de vista exclusivamente gastronómico? Porque claro que es duro, o al menos acaba haciéndose por pura rutina o hartazgo, tener que probar todas y cada una de las últimas creaciones gastronómicas de los chefs más reputados del país o los pinchos más rebuscados y sorprendentes de las barras de todos los cascos viejos, ensanches y extrarradios de nuestros pueblos y ciudades. No lo niego; pero, no alcanzo a comprender por qué la crítica gastronómica desatiende ese otro extremo del oficio que sería la hostelería de rancho. Quiero decir, por qué no existen ya publicaciones especializadas que informen de qué comedores tienen el pescado congelado más insípido, irreconocible y chicloso junto con la salsa con el color más repulsivo y sospechoso que se pueda imaginar, cuáles suministran la carne más parecida a una suela de zapato que se puede encontrar en el mercado, cuáles escatiman más en aquellos platos que anuncian (porrusalda: ni puerro, ni patata, sólo caldo...), quién sala más la comida hasta el punto de poner en peligro la salud de los hipertensos como un servidor (el sábado pasado no me caí a la ría de puro milagro del mareo que tenía después de zamparme un arroz bañado en sal...), cuáles tienen la verdura congelada más dura y desaborida que se puede llevar uno a la boca (aquí habría que hacer especial hincapié en los guisantes...), la pasta más pasada, la tortilla con menos huevos, los fritos más grasientos, o cuáles elaboran los postres menos apetecibles que uno se puedan mostrar al público.

Que bien, que sí, que lo otro mola más, es más glamuroso, se lleva mejor, el público lo agradece, sobre todo en un país en el que las revistas y libros de cocina son lo más parecido a la pornografía sin remordimientos que tenemos a mano; pero, del mismo modo que esa crítica gastronómica de excelencias aparece en la prensa dentro de la categoría de ocio, e incluso de arte y cultura si nos ponemos exquisitos, esta otra a la que yo me refiero debería ir directamente a la de salud o crónica negra, esto es, verdadera información de interés social, si me apuran hasta periodismo de riesgo, de guerra incluso.

ON BILDURRAREN ITZALA



On Bildurren itzala beti zenbait jenderen gainean: "nire senarrak esan zidan kontuz ibiltzeko zuri esaten nizunarekin, FBn zure iruzkinetan "atsegin" sakatzearekin, demaseko argibide ematearekin. Zer dela eta?  Euskaraz idatzi ohi duzulako eta ezin da jakin zer diozun. Kontuz badaezpada egunero ikusten duzun tipo horrekiko harremana edo hitz aspertu soilak guretzat kaltegarria izan litezkeen auskalo zer dela eta, ezin da sekula jakin, baten batek daki lagun esaten diozun horrek nolabait konprometitu gaitzakeen zer edo zer dio edo dagiela. Bai noski, ezin dugu ahaztu gu beti beldurrez bizi garela edozein huskeria edo txorakeria dela kausa, gehienetan ez dakigu zeren beldur garen, ez. Agian gure gizartean dagoen beldurrik handi edo latzenaren beldur, hau da, jendaurrean nabarmentzeaz. Baina ez al gara gu geu nabarmentzen garenok? Ixooo, badaude modu asko nabarmentzeko, gainerakoek ere nabarmen gaitzakete ustekabean edo, beldur naiz hain gertutik ezagun dugun hori ere arriskutsua izan dakiguken gu bezain koldarra ez delako, inorekin harremanetan egoteko aiko-maikorik gabe egin ohi baitu. Jende hori, inoren edo ezeren beldur ez dagoena, gogoan duen oro esateko joera duena ardura barik, txit beldurgarria omen da...

lunes, 26 de enero de 2015

PUTOS GRIEGOS



Putos griegos, que no quieren más recortes, que no quieren pagar la deuda impagable, que quieren que el gobierno les asista, que les proteja, que ponga coto a los abusos y recupere las bases de lo que creían un estado de bienestar o algo parecido. Putos griegos que no se enteran de nada, ignorantes, ilusos, irresponsables, irredentos, piensan que sus gobernantes deben estar a su servicio y no al de los prestamistas con los que otros se endeudaron para los restos, piensan que las personas están antes que los intereses de los dueños del capital, que socorrer a los que nada tienen y a los que pueden perderlo todo debe ser una prioridad para cualquier gobierno de los que se dicen serios porque no dudan en sacrificar a sus ciudadanos con el fin de cumplir los compromisos adquiridos con los prestamistas bajo todo tipo de coacciones. Putos griegos que no asumen el discurso oficial que los acusa de todo lo peor, en especial de ser ellos los únicos responsables de su desgracia, de poder ser incluso los culpables de la del resto de europeos. Putos griegos que se han creído, a saber si con el cuento ese de que la inventaron ellos, que la democracia es el gobierno del pueblo, que es éste quien elige gobiernos y no los mercados. Putos griegos que no entienden nada, que no saben que solo son cobayas de un futuro gobierno donde los tecnócratas sustituirán ya sin tapujos a unos políticos elegidos mediante sufragio, todo ello, por supuesto, en nombre de una mayor eficacia y ahorro. Putos griegos, ¿dónde está la legión de listillos en nómina para afearles su conducta, tratarlos con condescendencia, insultarlos todo lo que haga falta, siquiera para intentar convencerlos de que no se puede apelar a la dignidad cuando no se tiene un duro, que expandir el gasto para atender a las situaciones de emergencia de la gente es no sólo de irresponsables sino incluso de criminales, que el dinero, joder, el dinero de los que ya lo tienen a espuertas y no van a arruinarse de un día para otro porque se abra mañana un hospital en Salónica o contraten a más profesores en una escuela de Heraklion, debe ser la única prioridad bajo cuya presión deben vivir los seres humanos en este mundo. Putos griegos, en definitiva, que en lugar de votar a los esbirros de la Internacional Especuladora cogen y lo hacen a quien les promete devolverles esa dignidad a la que algunos dicen que no tienen derecho. Putos griegos que amenazan con desestabilizar nuestro mundo, que no saben que estabilidad es lo que dictan los mercados en manos de unos pocos, como en Egipto tras su primavera árabe, la democracia no salía a cuenta y restauraron a Mubarak en la figura de otro milico, alguien que metiera en cintura a los desestabilizadores, que le metiera unas cuantas balas a Shaima al Sabbagh, líder de la Alianza Popular Socialista, puta desestabilizadora.

SODOMA-GASTEIZ



Comento a mi madre, para lo de epatarla y tal -las horas de hospital se hacen eternas- la noticia de que van a abrir en el barrio de Salburua un club de intercambio de parejas, a 50€ el casquete con la vecin@, el coleg@ del curro o la pareja de turistas murcianos o de donde sean de paso por Vitoria, la nueva Sodoma y Gomorra juntas. Espero que se me escandalice como suele ser lo habitual en estos casos -yo no lo hago, pero la sola idea de compartir pareja con otros, dejando a un lado mis prejuicios morales al respecto, que los tengo y muchos, como que la cosa se me hace de una frivolidad moral insoportable, me parece un esfuerzo absurdo habiendo tantos y tan buenos vinos y chuletones con los que pasar un buen rato, que me da que la gente lo que pasa es que bebe y come muy mal y por eso tanto sobrevalorar el sexo-. Pero no, el comentario con el que gloso la noticia aludiendo a lo mucho que ha cambiado la vieja ciudad de curas y militares, topicazo que siempre me remite a una foto familiar en la que aparece un tío mío desfilando en sotana por la Cuesta de San Francisco al lado de un centenar o más de seminaristas durante la, creo, década de los cincuenta (en realidad fueron dos hermanos de mi padre en el seminario de Vitoria, en el fondo no era tanta la devoción como que te lo pagaran todo, Baroja lo cuenta muy bonito en su El Cura de Monleón), provoca otro de mi progenitora que me deja estupefacto, planchado.


-Pues vaya novedad en Vitoria, tú no te acuerdas porque eras un canijo, pero la mujer de .....(aquí pitido censor como en las series americanas), la del carnicero de..., el padre de...., que era clienta de tu..., ya nos dijo que los fines de semana organizaban cenas para intercambiarse las parejas haciendo un sorteo con unos papelitos que echaban en un cesto... A mí siempre me dio mucho asco. Mira que si vamos y me toca el carnicero, el padre de ese chaval que iba contigo al colegio...


Ni qué decir que, de repente, aquellas sotanas de los seminaristas, lo que pudieran llevar debajo, cómo y para qué, han adquirido una connotación de lo más pecaminosa...

POPULARISMO...



¿Populismo? Sí, no sobran populismos en los últimos tiempos. Ahora bien, el peor de todos sin el menor atisbo de duda el de los que ejercen el poder. ¿Que qué han hecho ahora el pobre Rajoy y compañía? Satisfacer las demandas del pueblo por muy injustas o disparatadas que sean estas con el único fin de granjearse su voto y tal. ¿Verbigracia? Cadena perpetua más o menos disimulada y otras penas igual de duras para delitos de terrorismo, supuesto o no, eso ya lo decide el comisario político de turno..., o delitos de ponca monta, vamos, delincuencia común y tal. ¿Que por qué? Porque saben que el pueblo siempre pide mano dura, sí, desde la noche de los tiempos, la masa siempre que dice justicia piensa en matarile, en el ojo por ojo y para de contar. Por eso la justicia popular es la más injusta de todas, porque no responde a filosofía del derecho alguna, sino a los más bajos instintos vengativos de la masa. Y como ejemplo de cómo la ejerce, ni siquiera hace falta recurrir a los anales, basta con recordar cómo se las gastan en las comunidades que dicen "populares" de algunas partes de Latinoamérica y otras partes del mundo donde eso que llamamos Estado de Derecho no llega o lo hace poco, recordar que a los simples rateros y por el estilo directamente los linchan sin juicio previo que valga, ¿para qué?, el pueblo ha hablado. Ahora bien, el pueblo ese al que Rajoy y los suyos han querido complacer con la cadena perpetua vergonzante, también exige a gritos mano dura contra los corruptos. Pero mira, eso ya no les interesa tanto, se han hecho los longuis. Claro, cómo no van a hacérselo, si los corruptos son ellos, eh, Luis, campeón, resiste, resiste...

AREETAKO MIRENTXO


Areetako Mirentxoren gurasoak sendagile ziren, baita umetan bere inguruko gehienak ere. Berak txikitandik etxeko ogibidea gogoko eta ikasgai izan zuen; izan ere, sekula ez zitzaion burutik pasatu bestelako ikasketarik egitea. Nota apartak atera zituen medikuntza karrera egin ahala, atzerrira ere joan zen bere espezialitatea sakontzearren. Etxera bueltatu zenean berebiziko kurrikulum potoloa ekarri zuen. Horrenbestez, eta hein handi batean bere gurasoen harremanei esker ere bai, laster lortu zuen bere hiriko ospitale nagusi eta ospetsuan lanpustu bat. Denok opa egin zioten etorkizun oparo, arrakastatsu bat mediku bezala. Lehenengo lanegunean aldiz, bere bizitzako lehenengo gaixoa artatu behar zuela irakasle edota lankideren baten laguntza barik, jende xehe horrekin nola jokatu, hitz egin, ez zekiela jabetu egin zen. Gaixoak arrotzak begitantzen zitzaizkion oso, gaixoak ez baitziren nola edo hala sendatu beharreko haragi puskak soil-soilik, gaixook galdezka egiten zioten, kexu ziren, baita behinik behin mehatxuka ere, gaixoak gizakumeak ei ziren. Zer edo zer egin behar zuen Mirentxok berari adi-adi begira eta etengabeko galderak egiten zizkioten gizaki itsusi eta ezjakin haiei aurre egite aldera. Orduan, Mirentxo tente-tente jarri eta bera medikua bera zela harro-harro gogoratu egin zien.

SIBERIA-GASTEIZ



En la cafetería del Hospital de Basurto oía quejarse a un grupo de batas blancas del frío que hacía fuera. Pero qué sabrán estos bilbaínos lo qué es el frío, decía para mis adentros. Frío, lo que se dice frío, frío, esto es, el que te hace tiritar el alma, te congela las orejas, te pone la nariz de payaso y te encoge los huevos al tamaño de unas canicas de patio de colegio, el frío de verdad, frío del crudo y cruel invierno, ese frío empieza cuando se alcanza el alto de Altube viniendo de Bilbao y el horizonte se hace blanco como hoy al mediodía. A partir de ese momento se dejan atrás las temperaturas prácticamente tropicales de esta época del año en la cornisa cantábrica y el viajero se da de bruces con el invierno polar que comienza en el valle de Zuia, sigue en el de Zigoitia y desemboca en esa versión de la tundra llamada Llanada Alavesa con la capital de la provincia, Siberia-Gasteiz, a la cabeza. Frío es bajarte del coche y sentir que el aire te agarra por los huevos y te intenta arrancar de cuajo las orejas y la nariz. Es el frío de mi ciudad, el de mi infancia, el del jersey, los gorros y los guantes de lana de crío, el de las chamarras tamaño iglú, las botas como para hacer ochomiles, la carita permanentemente sonrosada, el pelo con minúsculas estalactitas, la sonrisa como de esquimal tras una noche de farra y todo en ese plan. No hay frío que valga si no puedes abrir la boca y sentirte un dragón que expulsa vaho, sentirte un abominable hombre de las nieves en plena calle. No hay frío que valga sin goteo mucoso o principio de congelación en las extremidades de tu cuerpo. No hay frío sin que la gorra o la bufanda, no digamos ya el chaquetón de poliuterano o el polar a secas, en lugar de simples complementos más o menos estilosos sean prendas imprescindibles para sobrevivir en este ártico de andar por casa, sin que entrar en un bar para tomarte um simple caldo se te haga lo mismo que alcanzar el Olimpo para echar un pote con los dioses.Y si luego llegas a casa de tus padres, a las afueras de la ciudad, en las faltas de las montañas que hacen de barrera meridional, y resulta que tu madre no pone la calefacción porque para qué estando tú y ella solos, mejor ahorrar gas por si viene tu señora con los críos el fin de semana, si resulta que el poco calor de las estufas eléctricas se escapa por los marcos de las puertas y ventanas de la casa mal cerradas, si cada vez que vas a sentarte sobre la tapa del retrete tienes miedo de que la piel se te vaya a quedar pegada a éste, si no te queda otra que meterte a la cama con varias camisas y una chaqueta de lana, un pantalón de chándal sobre el del pijama, si el agua del grifo ya viene con cubitos de hielo por las tuberías, si cada vez que sales de la cama para ir a algún sitio de la casa lo haces dando saltitos, entonces, ay amigo, entonces es que has ido a dar de cabeza al infierno a la inversa.

ERRELATOA

Nire artikulutxoa BERRIA egunkarian: http://www.berria.eus/paperekoa/2450/033/001/2015-01-22/errelatoa.htm


Errelatoa

 
2015-01-22 / Txema Arinas - Idazlea
B
ai, noski, badago euskal idazle pila bat ETAren jarduera gogotik gaitzetsi duena, gehienak ere oso punta-puntakoak, besteak beste, Bernardo Atxaga, Jokin Muñoz, Anjel Lertxundi, Ramon Saizarbitoria, Iban Zaldua eta abar eta abar. Baina nolatan? Hau da, euskal idazleen kritika euskal abertzalegoaren barrutik egin da ala kanpotik? Ba al dago ETAren biktimen ikuspegia jorratu duen norbait? Bai, badaude banaka batzuk: Ez da gaua begietara etortzen (2007, Felipe Juaristi) edo Ahotsak (1996, Mikel Hernandez Abaitua) ipuin bilduma, non egileak polizia baten alabari mintzoa ematen dion, edo Zorion perfektua (2002, Anjel Lertxundi). Izan ere, ETA eta bere mundua gogor eta agian gupidagabe ere larrutu dituzten euskal idazle gehienak barrutik egin balute bezala egin dute, hau da, dela Erakundearekin zorrak kitatu nahi dituen etakide edo abertzalearen ikuspegi batetik, hala nola Zeru horiek (1995, Bernardo Atxaga), dela kolektibo edo giro abertzaleaz gogait eginda dagoen euskal hiritarraren ahotik, hala nola Ezinezko maletak (2004 Juanjo Olasagarre) edo Mea Culpa (2011, Uxue Apaolaza). Hala eta guztiz ere, aitortu beharrean gaude euskal gatazka jorratu duten euskal idazle asko eta askok ETA zein ezker abertzalearen ikus/pentsamoldeak beren eginda idatzi dutela, hots, delako euskal gatazkaren lubaki zehatz batetik idatziz:Exkixu (1988, Txillardegi), Nerea eta biok (1994, Laura Mintegi),Denboraren izerdia (2003, Xabier Montoia), Lagun izoztua(2001, Joseba Sarrionandia), Atzerri (2011, Mikel Antza). Gauzak horrela, ez al da zilegi galdetzea zein izan den euskal literaturaren barruan joerarik zabalena, ETAren biktimen ala borreroen aldekoa? Jakina, azken hau esandakoan ziur nago norbaitek ni ere lubaki batetik ari naizela leporatuko didala, etakideak borreroak izan beharrean eusko gudariak edo behinik behin herriko heroi peto-petoak direlakoan. Ez dakit aldiz euskal idazle guztiek beren burua lubakiaren alde bat ala bestea hautatzeko behartuta dakusaten ezinbestez, delako euskal gatazka behin «idazbidera» ekarrita. Eta ez dakit, ezta ere, nork bere lubakiaren aldea behin hautatuta, badauden alde batetik beren literatura gerra txiki horretan iskilutzat hartzen dutenak, eta bestaldetik euskal gatazkaren gaia bizitzaren edozein ikuspuntu etiko edo literario jorratzeko aitzakia hustzat baizik hartzen ez dutenak. Hori dela eta, ez da batere harritzekoa ETAren erabateko suetenaz geroztik ere lubaki literatura egiten duen norbait azaltzea nor bere gerra txikiaren berri emanez, Lander Garrok berak bere azken idazlanean egin bezala, Gerra txikia izenekoan, hain zuzen, non mugaz bestaldeko euskal errefuxiatu batzuen gorabeherak kontatzen dituen haur baten ikuspuntutik, eta gainera oso trebe eta dotore. Edonola ere, onartu beharrean gaude Lander Garroren Gerra txikia, eta honekin batera edozein lubakitatik idatzitako gainerako liburuak, aspaldi honetan hain modako dagoen errelatoaren parte dela nahitaez. Baina balegoke ere Lander Garroren liburuan berezitasun handi bat gainerako lubaki liburuen aldean, batik bat jokaera politiko zehatz baten zuribide garbiak direnen aldean. Baliteke Gerra txikia liburuko protagonisten lubakitik kanpo dagoen pertsonaia baten hizpideak eta kontuan hartzeko enpatia moduko saio bat egotea. Baliteke haur narratzailearen osabaren ezusteko bisitarekin lotutako atalean, non osabak bere anaiari argi eta garbi azaltzen dizkion Erakundeak eskatzen dion zerga iraultzailea ez ordaintzeko zioak: «Ni gerren aurkakoa izan nauk beti. Ez diat uste gerrarekin ezer konpon litekeenik. Eta bik ez ditek gerrarik egiten, biek nahi ez badute. Gu herri eredugarria izan gaituk horretan. Imajina ezak munduko herrialde guztiak geurea bezalakoak balira! Horixe duk nire munduaren eta bizitzaren ideia. Gaixotu egiten nauk armak erosteko inori ezer ordaindu beharko diodala pentsatze hutsarekin». Anaiak, noski, bere kontrako argudioak aurpegiratzen dizkio, oso modu zorrotz eta zakarrez gainera. Eta baliteke noski pasarte hau protagonistaren lubakietakoen arrazoiak hizpidera ekartzeko aitzakia ezin aproposagoa izatea ere. Hala ere, halako lubaki liburuetan gutxitan irakurri ditut protagonisten ikus/pentsamoldeen kontrako edo behintzat aldekoak ez direnen argudioak, pertsonaia gehienak zuriak ala beltzak izaten baitziren, onak edo gaiztoak, gutarrak ala ez. Ba al dago beraz Gerra txikia honetan nolabaiteko aurrerapausorik lubakitik behingoan irteteko bidean, hau da, nor bere errelatoaren ikusmira zabalagoa, irekiagoa, anitzagoa egiteko bidean? Auskalo, oraingoz ezin besterik esan.

domingo, 18 de enero de 2015

PROFESIONALES




Bilbaino profesional: aquel que da el cante hasta en Bilbao o sobre todo en Bilbao. Verbigracia: en la cafetería del Hospital de Basurto, diez personas haciendo cola para ser atendidos y en eso que aparece un cincuentón de esos que el pecho les asoma más allá de la nariz: 

- ¡Oye! -referíendose al camarero por encima del último de la cola-. Me vas a poner un vaso de vino y un bocadillo de bacon con queso. Horneado, ¡eh! Y el vino que sea Rioja, ¿estamos, tú? 

-En seguida, caballero, cuando acabe de atender a todas estas personas... Por cierto, no servimos alcohol en el hospital.

HEROIAK




Herriak hautatzen dituzten heroien arabera juzkatuko balira, zer esan genezake hiru gizakume garbitu eta beste bat hilabetetan zulo baten barruan gorde egin zuen heroia hautatu zuen herriari buruz?

DOS BILBAÍNAS




(y este título conste que como si fueran dos chavalas de Lugo, Carcassone, Dusseldorf o Salvador de Bahia, el caso es que éstas en concreto y hoy eran de allí y poco más. Eso y que el título me recuerda cierto establecimiento hostelero de mi ciudad adonde me llevaban mis padres de crío todos los fines de semana a comer rabas...)

I Bilbaína 

Pues bien, iba yo esta mañana hacia la Gran Vía bilbaína y en eso que me cruzo con una pareja joven y su retoño. Él jugando con el crío, pasándoselo los dos pipa, felicidad en estado puro. Ellas detrás de ellos, y en eso que va la moza y dice bien alto, para que le oyéramos todos los que en ese momento pasábamos a su lado:

-¡Parece qué vas cagado, Mikel!

-¿Qué?

-Sí, mira cómo llevas el pantalón, vas hecho un adefesio. ¿No sabes ponerte bien los pantalones o qué? Joder, chico, que ya tienes una edad para saber vestirte, que no tengo que estar yo todo el rato diciéndote cómo, que para eso ya tienes todavía a tu madre.


Y el caso es que estoy convencido de que ella no era consciente de que humillaba a su pareja en público, que no era mala chica, pintas de bruja no tenía, o al menos no más de lo normal. Pero claro, es que la genética es lo que es, y ellas parece que tienen ese gen del “muy contento va éste, mira qué bien se lo está pasando con mi hijo, demasiado feliz lo veo, algo tengo que hacer, decir...” Y claro, el pobre ni rechistar, a agachar la cerviz; sí cariño, lo que tú digas, soy un mangarrán, me merezco este escarnio público y todo lo que tú digas o decidas hacer con mi ya más que raquítica dignidad... Buen chico, sí, manso como está mandado, porque si llega a ser al revés, si llega a ser él quien le dice a ella: “mira qué pantalón llevas, qué culo te hace...”, bueno, bueno, menudo capullo machista malnacido y tal, igual hasta yo le frunzo el ceño, no sé. Así que he estado en un tris de llevármelo a tomar un pote, a él y al crío, para lo de que empiece ya a saber qué es el arrimo instintivo de los de su género en este tipo de situaciones y en ese plan.


II Bilbaina


En la cafetería del Hospital de Basurto a la hora de comer. Mi madre con la muleta y servidor que no encontrábamos mesa para sentarnos a comer. Mi madre bambaleándose sobre su muleta a riesgo de tirar las bandejas de todo aquel que pasa a su lado. Y en esa que veo a una chica muy mona y en plan hippi-piji, sentada sola a una mesa, la bandeja de la comida recién terminada y hojeando tranquilamente una revista del corazón. Espero a ver si se apiada de nosotros, siquiera ya sólo de la sesentona con muleta y cara de sufrimiento provocado por no sé cuántas operaciones de columna mal curadas. Pues que va a ser que no, que ni se inmuta. De modo que decido pedirle educadamente a ver si por favor nos deja la mesa para comer a la vez que le señalo con la vista su bandeja vacía sobre la mesa. Recibo una mirada de asco infinito, ni siquiera un gruñido, no, sino una mirada con la que sé que en ese mismo momento y delante de mi jeta se está cagando en todos mi muertos. Pero claro, ahí está mi vieja con la muleta y no es cuestión de evidenciar ser más hija de puta de lo que ya salta a la vista, al menos no a riesgo de provocar la furia impredecible de un cuarentón con pintas de pastor sardo con malas pulgas que me dice cierto periodista siciliano cada vez que me ve en foto y con gorra. En fin, así está el panorama, hay de todo como en botica, faltaría más, pero uno empieza a acusar los años con cada vez más irreversibilidad a poco que tenga que intercambiar un par de palabras con cierta generación de memos autistas y mal educados que no es que vengan pisando fuerte, es que parece que lo hacen pisando a todos los demás.

BILBON ZEHAR




Etxera bueltatu berria Bilbotik. Lur jota nago, goizean Gasteiztik irten aurretik nire anaiak utzitako monobolumeneko aginte-mahaiari argitxo gorri bat ixiotu zaio ez dakit nik ze demonio adieraziz ez baitzegoen eskulibururik begiratzeko. Monobolumena goitik behera begiratu dut, alafede. Nire anaia eta kuinata, noski, lozorro zeuden eta ez zidaten telefonoa hartzen hain goiz izanda. Izan zitekeen huskeria bat, jakina, baina auskalo, ez naiz ausartu Bilboraino joaten delako argitxoa piztuta. Horrebestez nire ama eta biok autobusez joatea erabaki dugu. Nire ama autobus geltokian utzi eta gero anaiak hots egin dit aparkatzekotan nengoela, argitxoarenak ez zuela inolako garrantzirik esateko, ateren bat gaizki zerratuta izan zitekeela baina askotan ondo egonda ere pizten zela... Bilbora iritsitakoan eta egunero bezala gure amaren besotik oratuta parkinetik ospitaleraino tipi-tapa joan gara makulua erabili behar baitu orain kontura ez datozen hainbat motibogatik... Gasteiztik Bilbora errepidetik zehar joatea baino gehiago kostatu zaigulakoan nago ozta-ozta. Behin ospitalean giroa ezin petralagoa ia denok, gure aita, bere gelakidea zein honen senitartekoak, erizainak, laguntzaileak eta egundoko umore txarrean baitzeuden auskalo zer dela eta. Bertatik ihes egitea erabaki dut, ospitaletik erdialderantz aitzakia on bat asmatu orduko. Eta bai, gaur zapatu goizean ere Bilbo ikaragarri polita zegoen, giro ederra, bizia, jendetsua, eta goiko zeruan eguzki ederra lasai asko ibiltzeko, nik Bilbon jitoan paseatzea itzel atsegin dut eta. Izan ere, aspaldi hontan ibiltzea ei da, FBeko sarrera hauekin batera, lasaitzen nauen bakarra.

LA VIDA ES UNA CARRETERA SEÑALIZADA O ALGO ASÍ




Iba yo esta mañana por la carretera pensando en mis cosas, esto es, chorradas a porrillo, cuando de repente se me ha ocurrido que esto de la señalización viaria es algo así como una metáfora de la sociedad, la política, el mercado o lo que quieran. Por un lado tenemos las carreteras tal cual, sin señal alguna que regule el tráfico, a la antigua, con lo que es de temer que si eso fuera en nuestro días prevalecería la ley del más fuerte, esto es, la de los trolebuses, camiones blindados, hormigoneras, volquetes y acaso algún que otro 4&4 molón. Pero, afortunadamente, y para evitar que los más grandes y abusones impongan su ley en la carretera, las diferentes administraciones tienen a bien regular el tráfico ya sea estableciendo la dirección única de cada carril, limitando la velocidad o indicando los cambios de dirección y por el estilo. Todos los conductores agradecemos y necesitamos esa señalización porque de no existir el tráfico sería el caos al que nos referíamos antes. Ahora bien, llega un momento en el que las mismas administraciones que regulan el tráfico parecen no tener suficiente con evitar ese caos con el fin de que cada vez que salgamos a la carretera eso no se convierta en una secuela Mad Max. No, llega un momento en el que el político o funcionario al mando decide que hay que dar un paso más allá en eso de regular el tráfico, que ya puestos por qué no imponer tal o cual norma o restricción al conductor por su bien, siempre y sólo por su bien, la mayoría de la veces para dar preferencia a unos vehículos sobre otros, acaso también con la ecológica excusa de mejorar el entorno por el que se conduce o por potenciar el hábito de darle a los pedales en detrimento de los óxidos, monóxidos y dióxidos carbónicos. Pues bien, en eso iba pensando cuando salía de Bilbao, de cómo ese pujo de nuestros actuales gobernantes por ser siempre algo más que meros administradores de lo común, por lo general algo así como nuestros tutores espirituales y por el estilo, se refleja a la perfección en la señalización vial de las ciudades. Pero claro, eso ha sido saliendo de Bilbao, porque cuando he llegado a Vitoria y me he encontrado con una estampa como la que aparece en la foto, juro que he empezado a tener alucinaciones en las que todo me remitía al famoso 1984 de Owell.


Claro que no hay cuidado, por mucha señal que coloquen o dibujen sobre el pavimento, siempre habrá algún espíritu indómito que decida ponerse el mundo por montera y pasarse por el forro de los cojones todas las normas que hagan falta. Como ese figura al que he cedido el paso en un semáforo cuando él salía del cutre aparcamiento que tiene el personal médico del hospital de Basurto, el cual no sólo no me ha agradecido el detalle con un mísero gesto manual o como fuera, sino que además ha sido incorporarse a la carretera, adelantar por la derecha un par de coches, meter zapatilla y saltarse uno, dos, tres... no sé cuántos semáforos en rojo. Hecho que podría haber sido motivo de sobra para ahondar en la susodicha metáfora a cuenta de aquellos que acostumbran a hacer de su capa un sayo con todo tipo de normas o prohibiciones mientras los demás asistimos atónitos al espectáculo esperando a que cambie el color del semáforo para poder seguir nuestro camino; pero claro, viniendo de Vitoria, y siquiera ya sólo por hacer bueno el tópico al uso en mi ciudad cada vez que alguien comete una infracción al volante, conduce o aparca donde le viene en gana, no he podido evitar que se me escapara un vitorianísimo: “¡será bilbaino el tío, mira cómo conduce!”

TOUT EST PARDONNÉ

 

Pues a mí esta portada del especial de Charlie Hebdo no sólo me gusta sino que hasta me emociona. Por varios motivos. Primero porque representa la voluntad de los responsables de la revista de no ceder a la amenaza yihadista a pesar del mazazo recibido volviendo a poner en portada una caricatura de Mahoma, el supuesto desencadenante de la rabia islamista. Segundo, porque el gesto del monigote y el texto que lo acompaña es de una ternura no exenta de ironía, lo cual es a la postre lo que más daño les hace a esos fanáticos de Alá. Tercero, porque ya sabemos del éxito arrollador de la tirada de la revista, la cual va a ser ampliada hasta los cinco millones, algo excepcional, y eso, para alguien como yo que se ha formado en buena parte con las viñetas de todo tipo y en especial las humorísticas, que las ha dibujado y publicado cuando todavía era un mico en fanzines del tres al cuarto hechos con amigos, no puede dejar de congratularte con todos esos semejantes que la han adquirido o leído por unos días, sobre todo a sabiendas de que el género de la parodia gráfica, el humor de trazo grueso y así nunca ha sido del gusto de la mayoría y seguro que en pocos días también volverá a dejar de serlo porque, para qué engañarlos, vivimos rodeados de gente demasiado seria, solemne, supuestamente juiciosa y tal que en seguida frunce el ceño cuando alguien se sale de madre a conciencia.

Pero lo más curioso de esta portada esencialmente humorística no es otra cosa que la reacción que ha vuelto ha suscitar en buena parte del mundo musulmán, siquiera en aquellos autotitulados "líderes" musulmanes, los que dicen tener mayor predicamento entre sus fieles. Curiosa ya no sólo porque constatamos una vez más que el tan traído diálogo entre civilizaciones es sencillamente una pamema con este tipo de gente dado que vivimos en universos paralelos y apenas hay vasos comunicantes, porque para llegar a algún tipo de componenda con ellos para que no se sientan ofendidos o maltratados simple y llanamente deberíamos aceptar como propios sus tabúes religiosos hasta darles la condición de leyes que tienen en sus países, esto es, retroceder en el tiempo renunciando a la libertad de expresión y sobre todo al derecho a no creer en nada. Porque de eso se trata, de la posibilidad de una sociedad laica en medio de un montón de confesiones religiosas que se escudan en el supuesto respeto a sus creencias para acallar la opinión del resto sobre éstas, porque no sólo es una caricatura, ésta sólo es la punta del iceberg, es el derecho a decir alto y claro que no sólo no crees en Dios alguno sino que además consideras ridículos, fantasiosos, absurdos, patéticos incluso muchos de los aspectos de tal o cual religión. No sólo eso, no, lo más curioso es que de repente todos esos llamados "líderes religiosos del mundo musulmán" se han convertido a su vez en humoristas. Sí, qué otra cosa puedes pensar de ellos cuando afirman que la caricatura de Mahoma no sólo es una ofensa a su religión, que sí, que lo será, pues ajo y agua, no se ofende quien puede..., sino también un ATENTADO A LOS DERECHOS HUMANOS". Para mondarse de risa, sí, qué otra cosa pensar de unas declaraciones en boca de unos tipos que predican en su inmensa mayoría una versión del Islam que considera a las mujeres ciudadanas de segunda y en muchos de sus países también a los creyentes de otras religiones como los cristianos, judíos, jazidies, budistas..., una religión que simple y llanamente cercena de raíz la libertad del individuo a tomar sus propias decisiones desde el momento en el que tomarse un vinico o un pincho de txistorra se convierte en pecado y esto sólo pretende ser la parodia de un código de conducta y hasta legal como es la Sharia, una religión que, en fin, significa literalmente "Sumisión", esto es, el reverso de nuestra "Ilustración". 


Muy graciosos sí. Pero ya digo, qué podemos dialogar con ellos los descreídos, ateos, cuando su propio Corán nos juzga como lo peor que puede haber sobre la faz de la tierra y además nos condena a muerte. Cómo convivir con ellos en nuestra propia tierra. En la suya ya sabemos que no podemos, que nos espera la horca como en Irán, Arabia Saudita, Pakistán... Que el Islám no es solo eso, se repite como un mantra en los últimos días. Pues bien, si no lo es, si existe otro Islam más tolerante y dispuesto a vivir en harmonía con el resto del mundo, a aceptar, someterse, a las leyes y costumbres de nuestras sociedades occidentales sin exigir en todo momento que nos pleguemos a sus postulados medievales para no sentirse molestos, que sean ellos los que dialoguen con sus fanáticos, que intenten convencerlos o educarlos en esa supuesta versión “compatible” del Islám. Y a los cándidos occidentales del “je ne suis pas Charlie”, los que tienden a contemporizar por principio con los verdugos y reprochan a terceros la responsabilidad de los crímenes de estos amparándose en los crímenes y errores cometidos por los gobiernos occidentales contra países musulmanes por intereses imperialistas o lo que sea -todavía está por ver cuándo ha sido contra un país musulmán en función de su credo, sobre todo teniendo en cuenta que los principales aliados y cómplices de estas potencias neocoloniales no son otros que las monarquías teocráticas de la Península Arábiga y similares-, los que hablan de respeto hacia las creencias de los demás cuando lo que quieren decir es sumisión a sus postulados, sólo decirles lo que le comentaba en Cuba a un furibundo admirador del socialismo castrista y militante de CC.OO, “quédate a vivir en la isla, si tanto te gusta y tan abominable te parece la sociedad en la que vives con tus bienes de consumo y libertad de expresión y voto, aquí tienes tu paraíso sobre la tierra”; pues eso, a despotricar contra la cultura occidental y sus valores bajo las barbas de Abu Bakr al Baghdadi.

miércoles, 14 de enero de 2015

UNA MADRE EN LA AUTOPISTA





Después de dos dían yendo a Bilbo a las seis y pico de la mañana, el lunes con una niebla espesa como una novela de Thomas Mann hasta pasado el valle de Zuia y ayer con avería incluida, salir hoy de casa ya de día y con un sol precioso en el horizonte no tiene precio. Luego está lo de llevar de copiloto a tu madre, una mujer que no para de rajar desde que se sienta en el coche hasta que se baja y más allá, que lo hace sin puntos aparte, o lo que es lo mismo, hilando un tema con otro sin interrupción, mezclando observaciones intrascendentes sobre el tiempo y el paisaje con anécdotas de cuando eras chico y te llevaban los domingos tomar el aperitivo a Murguia, que sí, hijo, cómo no te vas a acordar, tienes que acordarte, tooodos los domingos cuando eras pequeño, bueno, casi todos, algunos, pocos..., anécdotas de gente que hace siglos que no ves o de la que no has oído hablar en tu vida, incluso de la que no te interesa saber nada, con sus cuitas domésticas, esas que sólo le interesan a ella, que debería pensarlas para sus adentros y deja ya de joder con lo de que hay que cambiar las cortinas de casa o que a ver si convezco a tu padre cuando salga de ésta para cambiar el sofá de casa. Pues bien, ha sido llegar a la altura del Parque del Gorbea, el sol resplandeciendo en la lejanía sobre los montes y el manto forestal que los cubre, y mi madre que sólo se le ocurre decir ante tan bucólica estampa, de foto para el Eguraldia y tal del Teleberri: "¡qué limpio y ordenado está todo, da gusto...!"

Anodado es decir poco...

jueves, 8 de enero de 2015

JE SUIS CHARLIE II





Listopasatuena: atzo Charlie Hebdoko 12 lagunak garbitu zituzten hiru asasinoek ez dute errua, ez osorik behintzat. Ez, inondik inora ez, errua da Irak, Palestina, Afganistan eta abar egunero bonbardatzen zituztenena. Errua da herri musulmanak ustiatu eta zapaltzen dituzten EEBB eta EUena, errua da herriotako monarkia zein dikatadoreak sostengatzen dituzten Mendebal Herriena, errua da musulmanak gure artean hartu ditugun herriena, errua da geurea babes eman diegun musulman horietariko asko eta askok gure kultura, ohiturak eta legeak atsegin ez izateagatik, areago, biziro, errotik, gorrotatzeagatik, errua da geurea gure arteko musulmanok gure kaleetan zehar gonamotzeko emakumezkoak edota gure mahasti eder-ederrak ikusi behar izateagatik, errua da geurea adierazpen askatasunaz baliatzen garelako musulmanon erlijio eta kulturaz trufa egiten ausartzeagatik gure erlijio eta kulturaz aspalditik egin bezala, errua da geurea musulmanotariko askoren eskakizunei men egin diegulako, hots, uko egin diogulako haiek exijitzen diguten inpunitateari euren erlijio eta kultura sekula irizpidera ez ekartzeko eskaerari, errua da geurea gure legedia berrantolatu ez dugulako haiek gure legeen gainetik egon daitezen, errua da geurea Islam erlijio bakarra eta berdaderoa dela onartu ez dugulako, errua da geurea musulman bihurtu ez garelako, errua da geurea integrismo musulmanaren aurrean men egin ez dugulako, errua geurea da eta batik bat Charli Hebdoko marrazkilariena, bai horixe!

JE SUIS CHARLIE I



Acabo de enterarme del atentado al semanario 'Charlie Hebdo' en Paris. Doce muertos contra la revista satírica que publicó las viñetas de Mahoma. Doce muertos a sumar a la larga, interminable, lista de los asesinados por los fanáticos musulmanes. Doce muertos en pleno corazón de Europa, en Francia, la tierra que ha acogido y aceptado como ciudadanos de pleno derecho a millones de musulmanes. Doce muertos por haber publicado unas caricaturas del profeta Mahoma haciendo uso de la libre expresión que, con todas sus imperfecciones y limitaciones, es uno de los pilares de nuestra civilización occidental. Sí, sí, nuestra civilización occidental, el resultado de siglos de lucha de nuestros antepasados por quitarse de encima el yugo del oscurantismo religioso, por dejar lo más atrás posible nuestro Medievo con su sociedad teocrática, su Inquisición con sus hogueras y sus condenas a Galileo y por estilo. Claro que el resultado de esa lucha ha sido muy desigual según a qué parte de Europa miremos, que no es lo mismo la descreída Francia o Chequia que la muy meapilas Italia o Malta, que mientras algunos llevan siglos de separación entre Estado e Iglesia en España hace cuatro días que acabó, o casi, eso del nacionalcatolicismo y aún hoy parece que no sobran nostálgicos que quisieran volver por los mismos derroteros. Pero lo de los musulmanes no tiene nombre. No lo tiene porque los hemos acogido en nuestro seno, les hemos dado los mismos derechos que a todos, respetamos su religión y sus costumbres, a veces con una puntillosidad que no nunca hemos tenido con otros colectivos, a veces somos tan pusilánimes que no nos damos cuenta de que por no ofenderles presuntamente nos ponemos a nosotros mismos la mordaza al mismo tiempo que socavamos una identidad que sólo puede serlo si tiene como pilares la libertad individual y de expresión. Por si fuera poco, ni siquiera hay reciprocidad. Mientras nosotros los acogemos y otorgamos derechos ellos persiguen a todos aquellos que no comparten su credo en sus países o les restringen las libertades hasta convertirlos en ciudadanos de segunda como en Egipto o Pakistán. En realidad hemos pecado de soberbios con ellos, estábamos tan pagados de nosotros mismos, tan orgullosos de nuestro mundo que hemos creído que una vez entre nosotros eso sería suficiente para que renunciaran a lo más oscuro de su religión y su cultura en favor de la libertad que les otorga la nuestra. Claro que muchos, a saber si la mayoría, se han integrado y aceptan y respetan las leyes y costumbres de sus países de acogida. Ahora bien, empiezo a dudar que lo hagan por convicción, esto es, como verdaderos ciudadanos europeos orgullosos de serlo y sobre todo de ese mínimo común denominador en valores que creemos compartir, siquiera ya sólo por conveniencia mientras de puertas para adentro viven en su Medievo particular. Sólo dudándolo puedo entender ese integrismo musulmán de marca europea, el de los hijos o los nietos de los musulmanes que, o nunca se integraron, o se arrepintieron de hacerlo. Lo dudo porque no me convence la respuesta de los llamados musulmanes moderados ante los desmanes de sus integristas. Dudo mucho que, además de condenar a los criminales que llevan su islamismo a ese extremo primitivo y ridículo, estén haciendo también lo suficiente para que las autoridades los identifiquen y persigan. Me temo que esos asesinos siguen siendo más de los suyos que de los nuestros. Lo temo porque de lo contrario, esto es, a no mediar condena o rechazo dentro de su propia comunidad, cuesta explicarse, no ya el número de los que se alistan en las filas de IS, sino el de los que ante unas caricaturas como las del “Charlie Hebdo” se sienten ofendidos y exigen, reclaman, la misma censura y condena que existe en su países, vamos, como si no fueran conscientes o se negarán a aceptar que entre nosotros existe no sólo la libertad religiosa, que los ciudadanos europeos no estamos obligados a comulgar con el credo de nadie y menos aún con sus tabúes, sino también o sobre todo de expresión. Eso y que algunos, hoy lo hemos visto, incluso se toman la justicia por su mano y con ello la reivindicación de que restauremos en nuestro suelo el oscurantismo religioso, que no se pueda hablar o criticar su religión, que no se pueda uno mofarse de ella e incluso ser grosero si así lo considera oportuno alguno con mayor o menor gusto o acierto. Y como no creo que sea así, esto es, que tengamos a la mayoría de nuestros conciudadanos musulmanes a nuestro lado y en contra de los fanáticos de su misma religión, mucho me temo también que tenemos que empezar a aceptar la idea de que hemos incubado un cáncer en nuestro seno mientras mirábamos hacia otra parte, siquiera hacia las lejanas arenas de Arabia que dijo aquel... Hay un colectivo, no sabemos exactamente su número, porque no sabemos cuándo empieza el moderado y cuándo el integrista, que simplemente no nos acepta en nuestro propio suelo, que odia todo lo que somos, que si pudiera nos daría matarile en masa, que cuanto menos ahora se conforma con minar nuestras libertades en favor de esa concepción tan medieval de la sociedad que -lo siento, pero por mucho que he intentado acercarme al Islam para entenderlo no puedo evitar haber llegado siempre a la siguiente conclusión-, representa la religión islámica, un verdadero salto atrás en el tiempo y en todos los aspectos, el Islam no aporta nada bueno que no existiera antes en otros credos o filosofías, y si algo lo caracteriza eso es el empeño de imponerse mediante la fuerza, empezando, claro está, por su propio y adorado profeta Mahoma, un tipo cuya biografía dista mucho de ser la de un pensador humanista y sí la de un conquistador a sangre y fuego. Y por eso también un aldabonazo en las conciencias de los europeos de presunta mente abierta, aquellos que hacen gala de valores universales e incluso de militancia humanista y en ese plan, un toque de atención en concreto a la izquierda europea para que deje de apostar por el buenismo simplista que acepta o traga con todo porque considera que el enemigo siempre es ese otro que tiene enfrente, el vecino y adversario ideológico; una cosa son los individuos y otra cosa sus creencias, a los primeros hay que respetarlos como exigimos que nos respeten a todos nosotros. Las creencias ya son otra cosa: ¿cómo vamos a respetar unas creencias cuya esencia no es otra que la destrucción de nuestras libertades y la imposición por las bravas de un credo concreto en detrimento del resto? Los asesinos de esta mañana son la cosa más despreciable que puede haber sobre la faz de la tierra y una religión que les sirve de coartada para haber cometido semejante crimen jamás me merecerá respeto alguno. Pero es que además reclamo el derecho a no sentir aprecio alguno pir el Islam y sus seguidores, así como a burlarme todo lo que me de la gana de Alá y su profeta, exactamente igual como lo hago también del Papa de Roma, de la ETA y de lo que se ponga a tiro.

DON TOMÁS Y LA ENFERMERA



En la sala de espera de un hospital de Bilbao, la enferma sale de la consulta del médico lista en mano:

-¡Tomaaas, Tomas Ustarán!

-Soy yo, señorita.

-Bien, Tomás, espérate un ratito ahí sentado y luego ya te llamamos. ¿Tienes mucha prisa?

-No señorita. Pero, ¿me permite hacerle una pregunta?

-Claro, Tomás, ¿qué te pasa, majo?

-Nada en especial. Únicamente me gustaría saber si usted y yo nos conocemos de algo, hemos sido presentados por algún amigo común o es que hemos coincidido alguna vez yendo de copas y hemos acabado retozando el uno con el otro.

-¿Qué?

-Se lo pregunto, señorita, porque como me trata de tú así de primeras, sin conocernos ni nada.

-Ay Tomás, majo, que me da que te has equivocado, que tú tienes que ir a psiquiatría...

NOR BERE INFERNU TXIKIAN




"Herri txikia, infernu handia", baina herri mota asko dago, herrialdea, herria, etxea, familia, lagunartekoa,lankideena, ustezko gogaideena. Zer nolako txikitasuna da hori? Edo bestela eta zehatzago galdetuta, zein da benetan mintzen zaituen txikitasuna? herrikideen, auzokoen, senitartekoen, adiskideen etengabeko arbuioa edozein gauza egiten duzula, ulertezintasuna, hots, haiek normaltzat hartzen duten orori muzin egiten diozula gaitzesten zaituztenean? Beldur bizi da nire hemengo inguruko jendea ondokoen begietara ezohikoa den edozer ez egitearren, Gainerakoen destainazko hitzen beldur bizi dira, beldur bizi dira artaldetik aldenduko dituen edozein gauza egiterakoan. Gauzak horrela bizitzaren auspoa ikaragarri murrizten da. Izan ere, besteen begietara, usteetara, juzkuetara, murrizten da, norberaren bizimodua etengabeko kontrolpean balego bezala. Murritza da dena nire bertako bizi-inguruan, euren bizitza itzel murriztu egin duten murriztatzailez gainezka dago. Zein murritza izan da beti murrizten ninduen herri zehaztezin hori!

BASOAN ZEHAR






Errege opilari bazkalorduko azken hozka egin eta nire anaia eta bere bizilagunak Zaldiaran mendiera igotzeko proposatzen didate paratu den arratsalde ederraz gozatzearren. Banuen nik asmoa arratsaldean Zaldiaran alderuntz joateko, bai horixe. Asmoa bai, baina ez inondik inora familia bazkalostea mendian gora luzatzeko gogorik. Mendi edo basoan zehar ibiltzera baldin banoa bakarka izan ohi dut nire emazte eta bi semeen ezean, bakarka gogoeta egiteko asmoz, bakarka ingurumarietako txorien txio zein erreka hotsaz gozatzearren, baita mugikorreko irratiaz ere, jakina baietz. Horrenbestez, bazkaldutakoan Zaldiaran aldera jo beharrean Errosteta alderuntz joan naiz inolako tontorrik zapaltzeko asmo barik. Zonalde ederra Berroztitik ezkerretara zabaltzen den harantxoa, mendira doan kaminoan zehar bertan daude "Etxaldea" izeneko alderdia non bizpahiru baserri topa daitezkeen herritik erabat baztertuta baso erdian. Bertatik ez oso urrun ere topa ditzakegu Galbarreta herriko hondakinak. Izan ere, Gasteizko inor gutxik daki bertan "herrimortu" (arabako erdaraz "mortuorio" deritza) bat dagoela baso erdian, eremu ederra, ezin aproposagoa edozer idurikatzeko; egia esan nik neuk egin badut oraintsu idatzitako eleberri motz batean. Jakina, nik uste are inor gutxiagok dakizki inguruetako toki-izenak, euskaraz zein erdaraz, hots, Bagaza, Basagutxi, Lasaga, Pelukaran, Urzabal, Zabalgana, Cuesta Uralde, Los Tiemblos, Hoyo Grande, Hoyo Pequeño, Hayalta. Izen ederrak, zapaldu edo ikusten ditugun bazterrak ondo asko deskribatzen dizkigutenak. Gaur arratsaldean, lehen esan bezala, ez nuen inolako asmorik Errosteta mendi tontorreraino igotzeko. Zertarako? Ibilian gozatzen dut, ez besterik. Areago, banekien inola ere igoko ez nintzela. Ez horixe, negu partean basoak berak noraino joan zaitezkeen agintzen dizu. Ni geldiarazi nau tontorrerako bidearen erdiko lokatza batean. Zer esanik ez, etxeruntz bueltatu naiz segituan, beharbada balizko metaforaren beldur, sutondoko babespera, nire emazte eta bi semeak gabe mendi eta basoan izan ezik, edonon topatzen dudan bakardadera bueltan.

EL FINAL



Se acaba la Navidad y con ella punto final al empacho de ñoñería e hipocresía que las caracteriza. Sí, que qué bonito es reunir a la familia entera y mal avenida. Pues bueno, yo no soy nadie para criticar las perversiones del prójimo. En cualquier caso, paz, amor y solidaridad con tus semejantes, ya, por mis... Hoy a primeras horas de la mañana en la calle San Antonio de Vitoria, pleno ensanche de la ciudad, un matrimonio maduro elegantemente vestido, él de traje, ella con su abrigo de pieles, metiendo el rosconazo de reyes en el capó de su BMW, un anciano pordiosero tirando de un carrito que aprovecha el momento para mendigar una moneda con la mano extendida. Ni puto caso, otro de esos molestos espejismos que le afean la realidad a algunos. Y no sólo eso, apenas unos metros más adelante en la misma calle, una chica que he imaginado rumana levantando la tapa de los contenedores de la calle para meter la cabeza en búsqueda de a saber qué. Dicho lo cual, seguro que ya estará alguno diciendo que me lo invento, que mucha coincidencia, que cuánto topicazo. Pues que cada cual piense lo que quiera, más aún, los que ya tengan el ceño fruncido dudo de que quieran pensar otra cosa. Pero la estampa mañanera con su toda su carga simbólica es cierta, punto pelota. Tanto como lo de ese alcalde gabacho que negó a una familia gitana el permiso para que enterraran a su hijo recientemente fallecido porque no habían pagado impuestos en el pueblo. Por lo que llegados a este punto, y por repetir lugares comunes más que nada, cómo no imaginarme a tan ilustre preboste local repartiendo parabienes y deseando feliz año nuevo a diestro y siniestro entre sus vecinos pocos días antes. ¿A todos? No sé, a poco que el político en cuestión fuera coherente me lo figuro delante de la familia rumana dedicándole esta perla: “a vosotros no os deseo feliz Navidad y próspero Año Nuevo, que no habéis pagado la contribución, ni nada de nada; que os den.”

Pues eso, de buena mañana por la ciudad semi vacía y casi que a punto de recoger los bártulos de la Navidad. Me he dado cuenta de que es como más me gusta, sobre todo en esta época de invierno, desolada tras el jolgorio monárquico del día anterior. Apenas cuatro solitarios abrigados hasta arriba en búsqueda de ese café con leche ardiendo y lectura del periódico sobre la barra. En el mío leo que en breve el que no tenga trabajo será porque no quiere y hasta podría ser acusado de peligroso antisistema proetarra, eso o algo por el estilo.

DEFAINALTOUTXIA



Behin baino gehiagotan hizpidera ekarri dut hementxe bertan, hau da, edonon nagusitu zaigun kosmopaletismoaren zantzurik ageriena. Nik ingelesa maite dut, hainbat urtetan ingelesez bizi nintzen atzerrian nengoela, ingelesez irakurri ohi dut hizkuntza horretan gogoko dudan oro, ingelesa lanabesa ere izan dut azken urteotan. Hala ere, bat nator, zeharo, atzo Berrian agertu zen zuzendariari eskutitz hau idatzi duen Joxemari Ibarbururekin. Areago, gaur bertan Gasteizen "Oh My Cut" izeneko ileapaindegi frankitzia baten aurretik igarotzerakoan (bezero gehienek "omicut" deritzotelakoan nago...) barrurantz begiratu bat eman diot, eta zera ikusi dut tokadore baten gainean, "The final touch" zioen iragarki bat, hau da, bezeroei azken ikutua emateko apain-mahaia; "ointxe, Karmele, emungotzut "defainaltuotxia" eta listo..."

VERDE OSCURO TIRANDO A NEGRO



Una de esas que gustan tanto a algunos, será por ellas.


Vitoria, una ciudad en la que entras a por las recetas de tu madre a la farmacia de casi toda la vida, de cuando vivías con tus padres en la Avenida, a la que siguen acudiendo ellos a por sus múltiples medicinas, vamos, que los que llevan trabajando de siempre en ella te conocen de sobra, y cuando sale el encargado de la misma, un tipo mayor que tú pero que fue a tu colegio y te conoce desde pequeño, cuanto menos de vista, que te reconoce, sí, claro que sí, el gesto lo delata; pero, no te dedica ni un miserable "epa", oye, él a sus cosas, ni preguntarte por tus padres ni nada de nada, ¿para qué?, sólo son son clientes suyos desde hace treinta años. Pero no pasa nada, cualquier vitoriano que se precie sabe que aquí sólo se saluda a los que te son próximos, parientes, amigos y poco más, el resto, no importa que con éste el roce sea a diario o que en algún momento de tu vida hayas tenido que trabajar o lo que sea con alguien codo con codo, como si no existiera. Sabes que compartes el mismo espacio urbano y poco más, cruzarte por la calle con ellos y que te reconozcan puro fastidio, aquí urbanidad siempre es nombre de señora de pueblo. Eso y que la dependienta que te atiende, a la que extiendes las recetas y que desde que las toma en sus manos, hace todo el papeleo y te entrega las medicinas, no sólo no es que no te dirija ni media palabra (¡por Dios, para qué saludar, dar las buenas tardes, para qué!), es que ni te mira a la cara; al menos hasta que te tiene que decir el precio, eso sí, que ya puestos me lo podía haber dicho con mímica y así la moza redondeaba la función.


Otra. El tipo de la sucursal de la Laboral (aquí el nombre procede porque estos hacen gala de jatorras que te cagas y así...) a la que acudes a hacer una gestión para tu padre. Se le veía la cara de vinagre desde la calle, una cosa verdaderamente llamativa, he llegado a pensar que sufría de almorranas o algo por el estilo. Pues ha atendido a cinco o seís personas que iban delante y a todas ha puesto la misma cara de asco, vamos, en plan "qué cruz la mía que me veo obligado a tratar con esta puta chusma; yo que iba para ministro de economía..." Luego ya, cuando me llega el turno y le explico que es una cosa de seguros, me despacha con un escueto "que te atienda la chica esa de detrás de la mámpara". Y yo que no le hecho una reverencia a modo de disculpa de puro milagro: "perdón, perdón por haber osado ocupar medio minuto de su preciado tiempo, oh, señor todopoderoso que riges los destinos de la ventanilla de una puta sucursal de barrio..."


Una más. En la cola del super. Dos señoras muy dicharacheras -haberlas haylas, que no digo que no haya gente simpática y educada en Vitoria, servidor para un caso; ahora bien, para mí que las dos mozas eran de fuera, vamos, de más allá de Ariñez o Etxabarri-Ibiña...", que le comentan no sé qué a la señora que tienen delante y que está a mis espaldas. Ella no se inmuta, ni siquiera gira la cabeza para poner la oreja, como si oyera llover, gesto de inmenso fastidio, como si el trato con el prójimo fuera una losa que la pobre lleva encima y de ahí que haga todo lo posible para ir por la vida como si estuviera sola, como si el resto de los seres humanos apenas fuéramos otra cosa que molestos espejismos. Pero bueno, otra que no se llevará este año el premio Miss Simpatía.


Y la última, sí. En otra sucursal bancaria, la de mi viejo desde hace décadas. El director de la misma atiende la ventanilla. No me conoce, pero me identifica en seguida como el hijo de su cliente y entonces aprovecho el momento para desearle feliz año nuevo y en ese plan. Pues oye, que no se lo esperaba, se ve que no está acostumbrado a que la gente sea amable con él o yo que sé, que se me ha quedado como traspuesto durante unos segundos: "ah... si, bien, sí, estooo... gracias."


¿Que exagero, que saco las cosas de quicio, que sólo me fijo en lo negativo, que hago categoría de la anécdota? Pues mira, majo, me lo dicen muchos paisanos, y yo les respondo que igual no se dan cuenta ellos acostumbrados como están a lo que tienen en casa. A mí también me pasaba, hasta que mi señora asturiana me lo comentó porque le llamaba "poderosamente" la atención lo fríos, secos, distantes y a veces más que bordes que eran mis paisanos, y yo empecé a comparar. Y en efecto, no es que quiera que los dependientes de todo tipo y pelaje se dirijan a mí con un "vida" o "cielo" como en Asturias, ni siquiera exijo una sonrisa en el rostro de los que atienden al público, se ve que eso es demasiado pedir, es que ya sólo me conformaría con ver saludar a la gente cuando entra a un espacio público y que los presentes le devuelvan el saludo. Eso o que si lo hacen no fuera como si les estuvieran sacando una muela.


Pues eso, otra más, y me temo que no será la última, cada vez llevo peor esa agresión gratuita que subyace en la falta de educación o en el tono displicente con el que algunos se dirigen a uno porque no lo conocen y creen que por eso no tienen que esforzarse en ser amables, insisto que ya no digo simpáticos, que sí, que será que diez años en Oviedo me han desacostumbrado a la hosquedad en el trato con el projimo por norma. Eso sí, todo muy green, oye.